Gloria me ha pedido que os diga que se toma unos días libres. Una semana; o sea hasta el próximo martes. También os deja algo para los cocinillas, por si tenéis tiempo de meteros en la cocina estos días de descanso. Se trata de su receta de bizcocho de limón. En realidad no es suya sino del libro de la confitería Hummingbird, que la tiene entusiasmada. Desde que se lo trajeron los Reyes esta Navidad, no para de batir huevos y de llenar la casa de olores que me hacen la boca agua. Por lo visto os ha elegido éste porque siempre sale bien y le gusta a todo el mundo. Supongo que a mí también me gustaría si me lo dejaran catar, pero ya he probado con todo tipo de caritas, suspiros, ojos caídos y cara de pobre, pero nunca me dan ni una miga. Además guardan lo que les sobra del primer asalto a buen recaudo. Con la barra de pan son menos precavidos y de vez en cuando me la zampo. Sé que todavía se están preguntando cómo lo consigo, pero eso es es porque como ya estoy mayor y tengo artrosis, creen que no soy capaz de hacer un pirueta cuando la ocasión lo merece. Primero, de un salto bien medido, subo las patas delanteras a la silla que esté más arrimada a la mesa, y después estiro el cuello hasta que la cojo. Hace un mes también me comí una barra de roscón en un despiste. ¡Ahí sí que me cayó una buena regañina! Más que por haberlos dejado sin desayuno, porque piensan que me hace daño. Pero me sentó de perlas, no hay nada más sano que la felicidad; aún me relamo el hocico cuando me acuerdo de lo ricos que estaban el azúcar dorado que llevaba por encima y los adornos de fruta escarchada.
Aquí tenéis la receta con un par de advertencias. Me dijo que os dijera que miméis los ingredientes, aunque yo no me preocuparía mucho, que ella es bastante pelma con la mantequilla y sobre todo con los huevos: que si son ecológicos, que si son de casa de fulanita, que si la clara está bien cuajada... Lo que sí es importante es la calidad del limón, los que usa ella son de nuestro árbol, que a fuerza de hablarle y darle mimos, Gloria ha conseguido que den unos frutos de concurso, y huelen ¡mmm!. También os ha puesto algunas anotaciones de su cosecha en la receta. Feliz Semana Santa, yo aquí me quedo con mi dieta de pienso especial para perras viejecitas ¡Qué aburrimiento!
Bizcocho de limón de la Confitería Hummingbird
Ingredientes. 320 g de azúcar blanquilla. 3 huevos. La piel rallada de 2 limones. 350 g de harina. 1 1/2 cucharaditas de levadura en polvo (yo uso el sobre casi completo). 1 cucharadita de sal. (yo le pongo la mitad) 250 ml de leche entera. 1/2 cucharadita de extracto de vainilla (no es imprescindible, y podéis sustituirlo por ralladura de gengibre, que es fácil de encontrar). 200g de mantequilla derretida. Para el almíbar de limón: el zumo y la piel de 1 limón. 50 g de azúcar blanquilla. Molde: rectangular de 23 x 13 cm engrasado.
Precalienta el horno a 170º
Pon el azúcar, los huevos y la piel rallada de limón en una amasadora eléctrica provista de varillas (o emplea una batidora eléctrica manual) y bate hasta que todo esté bien mezclado.
Tamiza sobre otro cuenco la harina, la levadura en polvo y la sal. Mezcla en otro la leche y el extracto de vainilla (s jengibre Añade un tercio de la mezcla de harina a la de azúcar y bate bien, luego incorpora batiendo un tercio de la mezcla de leche. Repite esta operación dos veces más hasta que todo esté incorporado. A velocidad máxima, bate hasta que la mezcla esté ligera y esponjosa.
Baja la velocidad de la amasadora, vierte la mantequilla derretida y bate hasta que esté incorporada.
Vierte la preparación en el molde preparado y hornea 1 hora y 15 minutos o hasta que es bizcocho esté dorado y al presionarlo vuelva a su posición inicial.
Para el almíbar de limón: mientras horneas el pan, pon la piel y el zumo de limón, el azúcar y 100 ml de agua en un cazo pequeño, y llévalo a ebullición a fuego lento. Sube la temperatura y hierve hasta que el líquido se haya reducido a la mitad y haya adquirido una consistencia almibarada. Cuando retires el bizcocho del horno, ponlo sobre una rejilla metálica para que se enfríe y vierte el almíbar de limón por encima. El exceso del mismo caerá por los lados. Deja enfriar ligeramente el bizcocho en el molde antes de volcarlo sobre una rejilla metálica para que se enfríe por completo. ¡Bon appétit!
Hola.
ResponderEliminarNo te preocupes. Si te apetece saltarte la dieta, puedo llevarte una buena rosca y un huevo de pascua. Sólo tienes que preocuparte de no dejar restos en el suelo y cepillarte bien los dientes así Gloria no se enterará.
Bicos.
Manolo Gómez Cascajo.
Llevas muy bien la edad. No se te ve tan mayor.
ResponderEliminarDile a Gloria que disfrute mucho de estos días de descanso.
Jaime.
Por si tienes posibilidad de entrar en el blog. Me uno a Manolo y a Jaime y te deseo unas felices vacaciones.
ResponderEliminarVicky
Perro ladrador, poco mordedor.
ResponderEliminarHay personas que piensan que su perro es más listo que algunos humanos. Verbigracia, mi cuñado Antonio. Algunos pensamos que tiene razón, su perro es bastante más espabilado que él, lo cual, evidentemente, no es mérito del perro.
Pues va a resultar que si los perros pueden escribir, tal vez los políticos puedan pensar. Aunque en el caso de nuestro protagonista no voy a ser yo tan grosero de decir que ladre, pero morder, lo que se dice morder, a su pesar, muerde poco.
Se celebró hace un par de semanas el congreso del Bloque, donde fue entronizado el nuevo líder de la comunidad nacionalista. Sin mucha discusión y tras una votación a la cubana, hubo fumata blanca: habemus soberanistam.
El nuevo pontífice frentista atiende al nombre de Xavier; Javier para los descreídos lingüísticos.
Después de una hora aburriendo a la concurrencia el cacique soberanista acabó su discurso postulando que el Bloque es el futuro, a lo que uno añadiría gustosamente…..y que lo siga siendo durante muchos años.
Querido Javier: con 16 años ya apuntabas maneras. La cara - dicho sea sin aviesas intenciones - la tenías igual, pero el sectarismo lo has desarrollado, si cabe, todavía más.
Siempre fuiste un borde. Quizás para dirigir una organización tan desabrida como el Bng, sea lo más recomendable, pero para dirigir un país hace falta alguien con empatía, palabra de la que me temo desconoces su significado.
Tus grandes planes tropezarán una y otra vez con la cruda realidad: los gallegos. Eres ajeno a la truculenta cotidianidad del pueblo gallego, del que lo único que buscas es convertirlo en cómplice de tus quimeras.
Pareces desconocer que somos europeos y tenemos que aceptar ciertas reglas, nos gusten o no. En una Europa donde las fronteras son cada día más virtuales no puedes venir tú a pedirnos que nos enroquemos y a levantar muros de incomunicación con nuestros vecinos, ya que de momento, para vuestra desgracia - y la nuestra - el poder genuinamente democrático lo encarna el Pp.
El problema, Javier, es que ahora dentro del tinglado soberanista sois minoritarios. Y por mucho que quieras ser el heredero del nacionalismo cañí, otros tienen la mayoría, y te lo van a recordar una y otra vez.
En la homilía celebrada en Santiago de Compostela, un par de semanas atrás hizo Don Xavier una aseveración harto temeraria: “España desapareció con la peseta”.
Nadie duda que el discutido y discutible concepto de España no goza de buena salud, ni económica ni política, ¡pero hombre, Xavier! tuviste que ver a tus vecinos celebrando alguno de los triunfos de la selección española - sin ir más lejos, el martes pasado - y la puesta en valor de la rojigualda enseña nacional por las calles y plazas de nuestros pueblos. ¿O ese día estabas en Lituania explicándoles a los nativos - entiendo que en gallego - lo simpáticos que para ti son los rusos?
Vosotros queréis separar a Galicia del resto de España para llevar hasta el final vuestros desvaríos soberanistas.
Por la razón o por la fuerza.
Con los gallegos o contra los gallegos.
Política económica. Si se cumpliesen los dislates que pregonas, Javier, nos quedaríamos aislados. Proclamas una política económica basada en la autarquía. Las grandes empresas radicadas en Galicia, ante la más mínima posibilidad de que alcanzara el poder un político devastador como tú huirían como alma que lleva el diablo. El textil, el automóvil, la alimentación, cuyo mercado natural es el resto de España (y Europa) no pueden aislarse. En un mundo global, si te aíslas no es que estés perdido, estás muerto. Y del turismo mejor ni hablamos.
La gente más preparada buscaría un entorno laboral menos soberanista, pero más sensato.
Te voy a confesar un secreto; seguramente España no era mi ideal de país cuando compartíamos pupitre en el Santa Irene, allá por el final de los setenta, pero a 29 de marzo de 2013, si la disyuntiva es depender estratégicamente de Madrid o de un gallegazo como tú, yo lo tengo muy claro: Madrid y olé.
ResponderEliminarEstuviste brillante [?] Javier, al hablar del “Movemento social multicolor pola soberanía”. Por cierto, “Soberano es cosa de hombres”. La soberanía, ¿también?
Hace años triunfaba una serie infantil que arrancaba con….“en un país multicolor…”. Con la abeja Maya por la independencia. Vamos, reír por no llorar.
Siguiendo con el análisis del discurso de nuestro alporizado timonel, en uno de sus párrafos nos suelta la siguiente filípica: “A soberanía é poder gobernarnos nós mesmos, democráticamente, sen dependencias alleas”.
Para empezar, Javier, cualquier parecido entre tu concepto de democracia y el mío son pura coincidencia. Y cuando el señor Vence habla de “nós mesmos” no vayan a pensar que habla de los gallegos. ¡No! Ni siquiera de otros gallegos nacionalistas. ¡¡No!! Ni siquiera piensa en los gallegos de izquierdas. ¡¡¡No!!! Todos los que no son de su cuerda ideológica son ajenos. Parece que entre los tarambanas de don Javier y los gallegos existe un exiguo mínimo común denominador.
Y nos sorprende nuestro ofuscado soberanista con un pregunta….aparentemente retórica: “Pero bon…¿alguén ten dúbidas de que a soberanía é infinitamente mellor que a situación actual? Quen ten dúbidas?”
No, Javier, dúbidas no tengo. Lo que tengo es la certeza absoluta, que siendo mala la situación actual, una loca carrera soberanista pilotada por elementos disparatados como tú, haría que nos precipitáramos en una Galicia en blanco y negro, funcionando con gasógeno.
No siempre van a tener razón los que piden más autonomía, derecho a decidir, y demás fruslerías.
A veces puede ser que los que piden una recentralización, justificándola en motivos económicos y de eficacia, estén en lo cierto. La política no es tratar de llevar a la práctica las obsesiones particulares de cada uno, la política es conseguir que tus gobernados puedan llegar a fin de mes desahogadamente y en paz.
El señor Vence acelera a fondo por la corredoira del desbarre y ataca el mundo taurino, luego se arroga con un desparpajo digno de mejor causa la portavocía de la Galicia sufriente y ya en la apoteosis de la desvergüenza clama contra el centralismo madrileño. Estimado Javier, ¿el centralismo madrileño es malo por centralista o por madrileño? Espero que un día de estos critiques el localismo galaico. ¿O va a ser que el centralismo gallego, es bueno “per se”?
Tranquilo, Xavier, si el barco que pilotas hace aguas o se va directamente a pique, no será por tu culpa, ni la de tus correligionarios frentistas, la culpa la tenemos los gallegos que no estamos a la altura de vuestros apoteósicos designios.
Animo, Xavier. Tes capacidade de abondo para afundir o Bng. Utilízaa.
Querido Javier, la larga marcha hacia el soberanismo absoluto está llena de hispánicos peligros, de españolazos sin corazón y de madrileños cejijuntos. Persevera en tus ideales y no repares en gastos. Si no te salen las cuentas, suma, resta, y luego…..multiplícate. Por cero.
Guau, guau.
Sr. Molet:
ResponderEliminarMe pregunto qué relación tendrá su comentario con el post escrito de parte de la Sra. Lago. ¿No se le ocurre un sitio mejor dónde publicarlo? ¿En un foro, por ejemplo el de Galicia Bilingüe, en su propio blog, como carta al director de un periódico?