Ayer falleció Esperanza Guisán, una de las primeras socias de Galicia Bilingüe. Era catedrática de ética de la Universidad de Santiago, catedrática emérita desde hace cinco años. Fue una persona muy activa y rompedora, presidió la Sociedad iberoamericana de estudios utilitaristas y dirigió la revista Telos sobre doctrina contemporánea.
Cuando Galicia Bilingüe se inscribió como asociación, enseguida conseguimos hacernos un hueco en los medios de comunicación gracias a los actos que organizábamos en toda Galicia y a la recogida de firmas que pusimos en marcha, de cuya evolución, con los incidentes a que dio lugar, íbamos informando a periódicos y emisoras. El día que se publicó la primera entrevista que nos hizo la Voz de Galicia (la realizaron en Vigo siendo Fernanda Tabarés su delegada) recibí una llamada en mi móvil a la hora del recreo del instituto, cuando estaba tomando una infusión con unos compañeros. Lo primero que oí al responder fue un intenso y cantarín POR FIIIIIN!!! y lo escribo así, en mayúsculas y entre exclamaciones, porque así es cómo lo recuerdo. Tras el desahogo inicial, Esperanza continuó con una retahíla de felicitaciones tras las cuales se presentó y me contó cómo durante años había esperado que alguien se decidiera a abordar el problema del atropello de la llamada normalización lingüística en Galicia. A partir de entonces colaboró con nosotros. Era la primera en enviarnos artículos o cartas a alusivas a nuestra labor, y ella misma aprovechó alguna vez su situación de columnista en la Voz para echar una mano y argumentar a favor de la libertad de elección de lengua.
Los últimos años dejó de asistir a nuestra asamblea anual, su salud comenzaba a deteriorarse. Su presencia en la cena posterior a las asambleas daba lugar a jugosos debates, porque Esperanza, al contrario que otras personas de GB, que procuran no posicionarse abiertamente en nuestras reuniones, porque saben que en GB, obviamente, no votamos en rebaño, ella pasaba de comedimiento alguno y se tiraba en plancha a defender sus ideas de izquierda moderada.
Hasta siempre Esperanza. Nos quedan tus obras, como Una ética de libertad y solidaridad : John Stuart Mill. Gracias por el manifiesto de apoyo que publicaste cuando los enemigos de la libertad quisieron mandarme a la reserva a base de violencia y coacciones, gracias por tus consejos, por ponerme al día de cómo iba evolucionado la presión nacionalista en la universidad, y por no haber sido muy firme en tu advertencia aquella primera vez que hablamos. Me dijiste ¡qué valiente! y lo dijiste como un halago, no como un aviso. Que sepas que Jose Manuel tampoco fue sincero, él conocía talibanlandia mejor que yo, y dejó que me metiera en esto con más dosis de ingenuidad que de realismo. En todo caso, hicisteis bien, ya tendría tiempo de averiguar por mi misma la mediocridad y el fanatismo que rodean ese mundillo de totalitarios y vividores del cuento. ¡Total!, no me ibais a disuadir. Aunque me hubierais presentado un retrato descarnado; yo como tú, también soy de las que se tiran en plancha.
PD. Habría sido un detalle que hoy en la Voz de Galicia hubieran dejado a un lado por una vez el libro de estilo y hubieran escrito el nombre de tu ciudad como a ti te gustaba verlo: La Coruña.
Publicaré algún comentario, pero no más de diez. Un abrazo a todos. Que tengáis una semana muy feliz.
Publicaré algún comentario, pero no más de diez. Un abrazo a todos. Que tengáis una semana muy feliz.