martes, 28 de junio de 2011

Hoy cierra el único diario en gallego

    






Hoy salió a la calle el último número del diario Galicia Hoxe, el único que publicaba integramente en gallego; su escaso número de lectores convirtió este periódico que vio la luz en 2003 en inviable. Quienes lamentan su desaparición reconocen hoy la poca acogida que tenía en el mercado pero también culpan a la Xunta por no haberles subvencionado de una forma más generosa. Del Diario Oficial de Galicia os traslado dos cifras y no las comento, dejo a vuestro criterio extraer las conclusiones oportunas. Subvenciones a empresas que publican íntegramente en gallego: en  2009, 900.000 Euros, en agosto de 2010, 400.000 más.

No conocía  Galicia Hoxe hasta que Galicia Bilingüe nació y tuve que mantenerme informada sobre lo que se publicaba en relación a la lengua y, no fue hasta que nos vimos obligados a llamarles para intentar averiguar a qué se debía la extraña forma que tenían de reflejar nuestras notas de prensa, cuando supe que pertenecía a la misma empresa que el Correo Gallego. Me extrañó la enorme disparidad entre la línea editorial de ambos medios y también la gran diferencia de trato que se nos daba. Por las páginas de Galicia Hoxe vimos desfilar desde un artículo de Beiras justificando a los radicales que nos habían atacado cuando celebramos nuestra manifestación en Santiago, hasta la publicación íntegra de un panfleto difamatorio que yo había tenido que denunciar ante los tribunales.

Me apena que los intentos de conservación del gallego se hagan tantas veces sólo desde una óptica nacionalista, e incluso radical, creo que éste enfoque no sólo no suma sino que resta. 

Hoy, en su último número, el director de Galicia Hoxe publica un editorial sincero que refleja a las claras la línea editorial del medio. Os traduzo el primer párrafo  y os facilito el enlace por si queréis leerlo completo.  Se titula "A sangre fría"  

Sólo le teníamos miedo a que nos cayese el cielo encima y durante dieciocho maravillosos años fuimos una tribu irreductible que mantuvo erguida la bandera en la que está bordado el ADN de este bendito/maldito país nuestro con el idioma como hilo conductor. Hoy finaliza la aventura del Galicia Hoxe, orgulloso heredero de O Correo galego, ahogado por la crisis, hecho añicos por el desprecio institucional alentado desde el gobierno que preside el Señor Núñez Feijoo, aplastado por el autoodio de una sociedad civil secularmente acostumbrada a mantener una relación paranóica con sus propias señales de identidad.

Cuando al comienzo de esta entrada hice alusión  al trato  que Galicia Bilingüe recibió por parte de Galicia Hoxe, no me estaba refiriendo únicamente a la manera cómo se distorsionaban nuestras notas de prensa, ni a la insistente publicación de artículos sobre nosotros que nos dejaban boquiabiertos, sino que tenía en mente el trato directo que se nos daba como personas cuando por algún motivo teníamos que hablar por teléfono con ellos, y que difería por completo del trato afable de los redactores de El Correo Gallego y, desde luego, de su Director, un señor encantador con quien tuve la suerte de hablar en alguna ocasión. Precisamente por el respeto que me merece José Manuel Rey y por lo agradable que ha sido siempre al hablar conmigo, no me pareció oportuno comentarle que uno de los redactores de Galicia Hoxe se negaba a hablar en gallego conmigo, a pesar de que una de las condiciones para recibir las subvenciones de la Xunta es dirigirse siempre a los entrevistados en gallego. Yo hablaba en gallego con él y en gallego respondía a sus preguntas, él lo hacía en español. En una ocasión me llamaron por teléfono para hacerme una entrevista, cuando respondí oi una voz que me decía "le llamamos de Galicia Hoy". Tardé unos segundos en darme cuenta de quienes eran. También deletreaban de forma muy peculiar las direcciones de correo electrónico cuando me facilitaban alguno para que les enviara  alguna información. Es díficil reproducir cómo lo hacían y además no vale la pena, era todo tan pueril como cuándo me regalaban algún calificativo que no venía a cuento mientras hablábamos. ¿Por qué lo aguantabas? os estaréis preguntando. Como presidente de la asociación y encargada de las relaciones con la prensa, es mi obligación atender a todos los medios. Además, siempre aprendes algo.

Pese a todo, espero que la plantilla formada por 19 personas entre periodistas y filólogos encuentre pronto un puesto de trabajo. También espero que en su nueva andadura promocionen el gallego alejándolo de cuestiones ideológicas y, sobre todo, desde el respeto. Creo que todos saldremos ganando.





lunes, 20 de junio de 2011

La Raíña Victoria Uxía



Penúltima semana del curso. Los alumnos más rezagados me piden que les haga la recuperación de la recuperación...más exámenes para corregir, tienen una habilidad innata para ablandarme.
Para Galicia Bilingüe tengo que darle los últimos toques a una propuesta en la que llevamos dos semanas trabajando y que va dirigida a los alcaldes; les invitamos a  respetar el bilingüismo de la sociedad y de paso la legislación vigente. Socios de varias ciudades han ido enviándonos información sobre sus ayuntamientos: folletos, visibilidad de ambas lenguas, idioma de las actividades dirigidas a los niños etc. Casi todo es monolingüe en gallego.
 El miércoles me llaman de un programa de televisión  invitándome a intervenir el sábado por la noche en Madrid. En GB nunca rechazamos ninguna entrevista de ningún medio; allí donde haya alguien dispuesto a darnos voz, acudimos y lo agradecemos. Pero se ha evaporado el decanso del fin de semana.
 Cuando volamos, José Manuel suele olvidar que "mentalmente" no estoy en el avión sino sentada en el salón de casa leyendo y, de vez en cuando me radia el viaje " los Arribes del Duero, mira", "estamos volando sobre Ávila" cuando se da cuenta de que no le respondo sino que tomo aire, recuerda lo mal que lo paso en los aviones y opta por disfrutar del paisaje en silencio.
 De regreso a casa el domingo a mediodía conecto el ordenador para repasar la nota de prensa del lúnes con el asunto de los ayuntamientos, después abro el correo y les echo una ojeada a los e-mails que los socios nos han enviado con los datos de sus ciudades. Algunos incluyen anécdotas curiosas que no haremos constar en nuestro análisis, pero que ilustran bastante bien las tonterías que llegan a hacer algunos para normalizarnos linguísticamente.
Me detengo en uno que llegó desde Pontevedra. Dice lo siguiente: "tenemos algunos semáforos modernos que te avisan por megafonía de cuando puedes pasar, por ejemplo: Rúa Fernadez Ladreda. Peón pode pasar. El aviso es exclusivamente en gallego, al ciego que non fale que lo atropellen" y continúa "los nombres de las calles se han galleguizado y en ese ansia la Avenida de la Reina Victoria Eugenia ha pasado a llamarse Rúa da Raiña Victoria Uxía, como le dediquen una calle a Paul Newman la van a llamar Rúa de Paulo Novohome".
Me acordé de Miguel Durán, que estaba en programa en el que había intervenido yo la noche anterior. Tal vez debería haberle aconsejado que tuviera cuidado en los pasos de peatones si iba a Pontevedra, aunque como es  un hombre inteligente, supongo que  al oir una voz surgiendo de un semáforo, enseguida entendería que le estaban invitando a cruzar. Lo que tal vez le podría desorientar es el nombre de la calle, traducir al español el nombre de Elisabeth the second por Isabel segunda tiene sentido. Traducir en cualquier lugar de España el nombre de la Reina Victoria Eugenia, será correcto pero es un exceso y, me atrevo a decir que es una tontería. En Vigo, por cierto, la calle Isabel II se llama ahora Rúa, pero Isabel todavía no es Isabela como en los libros de texto de Conocimiento del Medio, en los que también los reyes de nombre Alfonso, son ahora Afonsos, como en portugués. Conozco a unas cuantas personas llamadas Alfonso o Isabel que viven en zonas con gran mayoría de gallego hablantes;  Isabelas y Afonsos no conozco ninguno, claro que estoy hablando del mundo real.
A Miguel Durán probablemente no lo atropellarían, pero quizás pensaría que se le había dedicado la calle a una reina celta o tal vez sueva. Todo se andará. En algún libro de Literatura he leído que las pobrecillas  que acompañaban a los trovadores en la Galicia Medieval, prostituyéndose para poder sobrevivir, eran musas distinguidas y, algún que otro rey de bastante más allá del Padornelo, ha pasado a ser gallego en los libros de texto por obra y gracia de quienes no aceptan que nuestra Historia es la que es, y, además, digo yo !Que más dará! 
Tal vez dentro de unos años se les haga creer a los niños que la Raiña Uxía, la que tiene una calle dedicada en Pontevedra, fue una reina  heroína martir del monte Medulio. Y nosotros pidiendo bilingüismo y sensatez...y que La Coruña sea, también,  un topónimo oficial !Qué atrevidos!

sábado, 11 de junio de 2011

He recibido esta carta



Esta semana un padre catalán me envió la carta que le ha escrito al director del colegio de sus hijos. A Galicia Bilingüe nos llegan cartas dirigidas a la Xunta, a ayuntamientos, y a diversos organismos denunciando todo tipo de vulneraciónes de derechos lingüísticos. La carta de este padre era bastante peculiar; tanto, que llamé al número de teléfono que se facilitaba en el e-mail para preguntar si habría algún inconveniente en que la compartiera con vosotros. Por su contenido y por la mordacidad con la que había sido redactada deduje que se trataba del escrito de un padre harto de que se pisotearan sus derechos, que había recurrido a utilizar la imaginación, la insumisión calibrada, y un muy singular sentido del humor para intentar boicotear, a su manera, a quienes estaban perjudicando la formación de sus hijos. En internet encontré algún dato más sobre su caso: acoso por parte de algún que otro fanático, e intentos de difamación a cargo de diversos sectores. También supe que cuando su hijo de ocho años tenía seis, lo había empadronado en Cuenca donde vivían unos familiares para poder educarlo en casa y así ganar dos años hasta que la escolarización del niño fuese obligatoria, con la esperanza de poder esquivar después  la inmersión en catalán, al haber sido hasta entonces el español su lengua de escolarización. Finalmente hablé con  Jesús, que así se llama este padre tenaz. Me pareció una persona inteligente y serena que estaba supliendo en casa las carencias de una educación poco eficaz en el colegio. Las calificaciones de su hijo de ocho años son sobresalientes.
Como os he comentado en otras ocasiones, la cuestión de involucrar a nuestros hijos en la reclamación de sus derechos es delicada, cada padre conoce las características de sus pequeños mejor que nadie y ha de valorar si es conveniente o no hacerlo. Los padres de Galicia Bilingüe nos hemos limitado a comprarles sus libros en la lengua en la que mejor aprenden, este padre ha dado varios  pasos más, pero no debemos olvidar quienes son los que están haciendo política con la formación de nuestros jóvenes. En este caso parece que el niño ha heredado la valentía de su padre y este considera que los hipotéticos perjuicios se ven recompensados por la adquisición de más conocimientos y la potenciación de su espíritu crítico. El tiempo dirá. Yo os invito a leer la carta y a extraer vuestras propias conclusiones. Aquí tenéis el primer párrafo, si hacéis clic a la derecha de la imagen veréis la carta completa. La fotografía no es del padre sino del director del colegio.




LEER CARTA

domingo, 5 de junio de 2011

¿HABRÁ SIDO UN LAPSUS?



Esta semana, mientras en el conjunto de España la prensa dedicaba el grueso de su información a analizar los últimos datos de población activa o el exceso de celo de la Consejera Cornelia con nuestros pepinos, algunos periódicos de Galicia reservaban espacio en sus páginas para un gravísimo asunto que traía de cabeza a la cultura oficial gallega y entretenido a nuestro Parlamento autonómico: tres estamentos de Galicia habían pecado de lo que se calificaba como "actos de indolencia insultante con la lengua", el más grave, que provocó incluso encendidas interpelaciones en el Parlamento de Galicia fue haber recurrido a la RAE en lugar de a la Real Academia Galega para una consulta. Por lo visto, en la Dirección Xeral de Recursos Humans necesitaban establecer los criterios de admisión del alumnado y le pidieron asesoramiento a la RAE para resolver una duda sobre el orden alfabético de los apellidos. Como las afrentas no suelen venir solas, el jueves se supo que el Valedor do Pobo confesaba en su informe haber consultado el diccionario de la RAE para definir la palabra salud y, como parece que no hay dos sin tres, también trascendió estos días que la Fundación Ciudad de la Cultura de Santiago había cometido la osadía de utilizar el María Moliner para definir la palabra cantina al redactar las bases del concurso que le concedería a la empresa ganadora la gestión de la cantina del museo. !Ignorantes! !Indocumentados! todo tipo de piropos les fueron adjudicados a los autores de tamañas afrentas y, mientras se preguntaban airados a dónde nos llevarían "todas estas consultas y definiciones que vienen de fuera" desde la RAG proclamaban que "hay gente que no sabe si está en España o en Galicia" en una muestra de conocimiento, al menos de Geografía,  digna de alabanza. La explicación del ninguneo a la RAG fue sencilla: "el criterio de la Academia española no lo discute nadie".

Probablemente los ciudadanos de a pie encontraremos motivos de indignación diferentes de los de los académicos gallegos ante esta respuesta y, no solo porque se ponga en cuestión el acierto en asuntos que le competen a un organismo que necesita 500.000 euros al año para su funcionamiento, que ha recibido 1.000.000 redondos de euros del Ministerio de Cultura y cientos de miles de euros de la Xunta de Galicia, sino porque parte de ese dinero se destina a la elaboración de la terminología científico-técnica en gallego que nuestros hijos aprenden en los libros de texto ¿Quiere esto decir que deberíamos poner en cuestión también la validez de esas palabras?

Me ha llamado la atención uno de los argumentos utilizados desde la Academia Galega en su defensa, "este es un organismo apartidista" proclamaron ¿Es que acaso sospechaban que alguien podía estar pensando que de política iba el asunto? Será, tal vez, porque el nombramiento del actual Presidente de la Academia un año después de la llegada de Feijoo al gobierno fue cuestionada a causa de su militancia política; recordemos que un medio que publicó su trayectoria tituló" Un independentista próximo a Batasuna nuevo Presidente de la RAG".

Coincidiendo con este rifirrafe alguien me envió el enlace a un vídeo elaborado por el Instituto de enseñanza Secundaria María Soliño de Cangas del Morrazo. En él Méndez Ferrín, Presidente de la RAG, defiende la conveniencia de traducir al gallego obras de la Literatura Universal, algo con lo que estoy de acuerdo; lo que me sorprendió fue su particular ranking de las lenguas en las que se escribe esa literatura. Según su criterio, las lenguas más poderosas y fuertes del mundo son: el inglés, el francés, el alemán y, en menor medida el italiano. Esas y no otras serían las lenguas internacionales que nadie pone en cuestión como lenguas literarias y de cultura según este señor ¿No echan ustedes nada en falta? Si es así, califiquen la ausencia como quieran: lapsus, baja política, o un criterio más que discutible.

Publicado en La Voz Libre