La semana ha terminado mejor de lo que esperaba. Se veía ahí en el horizonte una verruga de esas grimosas que lo afeaba todo, pero, finalmente, un golpe de suerte la ha hecho desaparecer. Ayer viernes estaba citada por un juzgado de lo penal en Santiago para testificar en el juicio contra 12 fanáticos acusados de atentado y demás lindezas por su actuación en febrero de 2009, cuando quisieron reventar la manifestación de Galicia Bilingüe. Como podéis imaginar, la perspectiva de estar cerca de esos seres oscuros y enfermos de odio, de verlos y olerlos, me estropeaba la semana, pero, por un defecto de forma, el juicio ha sido aplazado, así que he podido disfrutar de unos días sin sobresaltos y ayer, en lugar de pasar la jornada en los juzgados, pude asistir al 50º aniversario de la creación de mi instituto, el centro en el que trabajo y donde pasé mi adolescencia. Allí estaban algunas de mis profesoras, que, luego, durante un tiempo fueron también compañeras de claustro. Imaginad el perfil psicológico e intelectual de unas mujeres que estudiaron Matemáticas o Filosofía y Letras en los años cuarenta. Fue un lujo haber sido su alumna y compañera.
Ayer por la tarde, antes de acudir al "insti" para la celebración, tuve que redactar una nota de prensa con nuestra valoración de un informe emitido por el Consejo de Europa. Probablemente habréis leído algo sobre esto; los publican periódicamente y suele haber bastante confusión al respecto, de manera que, por si alguna vez os encontráis con alguna referencia a la Carta Europea para las Lenguas Regionales o Minoritarias (CELROM), os explico lo más sustancial para que estéis enterados. Allá por el año 2001 el señor Aznar decidió ratificar esta Carta. Lo hicieron muchos países que tienen lenguas regionales o minoritarias. Cada uno la ratificó asumiendo compromisos más o menos ambiciosos para los hablantes de esas lenguas porque así lo permite la Carta. España lo hizo, respecto a las lenguas cooficiales, en los mismos términos que Finlandia respecto al sueco o que Reino Unido respecto al galés. Es una Carta con la que se pretende que los hablantes de esas lenguas tengan ciertos derechos garantizados. ¿A qué se comprometió España? Pues en materia de enseñanza a garantizar que los hablantes de catalán, gallego, vascuence o valenciano puedan, donde sean oficiales, estudiar en esas lenguas, dando por sentado que en finlandés, inglés o español se puede, por supuesto, estudiar en los respectivos países ¿Cumple España sus compromisos? No. Y eso es lo que han dicho los expertos encargados de supervisar el cumplimiento de la CELROM. En Cataluña exceden lo ratificado, y en Galicia, por ejemplo, como tenemos ese "aberrecho" Feijooniano del 50%, nos quedamos cortos; porque los niños gallegos no pueden estudiar todo en gallego si así lo desean. Los expertos han dicho que en Galicia habría que disponer de centros que enseñen todo en gallego, pero sólo para aquellos alumnos cuyos padres así lo deseen ¿Solución? Dejar elegir como se hace en Gales o en Finlandia, y así, nuestro país seria felicitado como lo son aquéllos. Otra opción sería denunciar la Carta, es decir, "darse de baja" del asunto, ya que no es obligatoria, o bien ratificarla asumiendo compromisos menos ambiciosos, para así no llevarse el rapapolvos del Consejo de Europa un año sí y otro también. Pero ya sabéis que aquí somos así de raritos.
Buena y positiva la semana, pues. Recupero la paz perdida durante este último mes de programas de tv, conferencias y mítines, y vuelvo a una suave actividad en GB. Esta tarde tendremos reunión en mi casa. Estamos preparando cosas nuevas y espero que útiles, y lo haremos alrededor de una merienda y en un ambiente agradable. Tengo una tarta de manzana en el horno y unos emparedados, creo que muy ricos, ya preparados sobre la mesa de la cocina. Además, estrenaré una vajilla que me acaba de regalar mi madre por mi cumpleaños. Os doy las gracias por el espectacular seguimiento que habéis hecho de mis pequeñas crónicas de los mítines. Este blog está teniendo muchas visitas, y aprovecho para decirle a una señora que firma sus insistentes comentarios con el nombre de Ana F, que no comprendo por qué no comprende que no se los publique. Pretende defender la actitud del PP durante el mitin, (por lo que cuenta, ella pertenece a ese partido en Vigo), y lo hace recurriendo al insulto, llamando, por ejemplo, lerdos a los hijos de las personas que apoyan a GB. No sé qué tiene la política en España que a algunos los embrutece tanto. Deberían darse un respiro para encontrar un poco de paz, pero ya han pasado las elecciones y siguen con sus cónclaves y sus congresos. Yo, sin embargo, estoy en el salón de casa, mi perra labrador echada junto a mí, con su cabecita apoyada en mis pies. Por la ventana veo los árboles del parque que empiezan a otoñar y escucho una de mis obras favoritas, de esas que pongo sólo en ocasiones para que cada vez que la escuche me vuelva a emocionar: un maravilloso concierto de Albinoni para oboe. Os lo recomiendo a todos, también a Ana F; y a todos os deseo un muy feliz fin de semana.
PD. Felicito a Carlos Callón, que por fin, después de 5 años, admite que la CELROM no obliga a todos los alumnos a recibir enseñanza en gallego. El vídeo que ilustra esta entrada recoge algunas imágenes de la manifestación de GB. En ellas pueden verse unos cuantos de los procesados y también a algunas personas de las que estaban el otro día en el mitin del PP. Iba a poneros el concierto para oboe de Albinoni pero el sonido en youtube es una penita. Os recomiendo la interpretación a cargo de The London Virtuosi dirigidos por John Georgiadis. Un abrazo a todos.