viernes, 29 de junio de 2012

Mimos de verano

Foto: Aunque es de hace tiempo,le tengo un cariño especial a este rincón , me anuncia el verano gallego!!!
Acuarela de Eva Liberal

Las vacaciones de verano son un buen momento para bajar el ritmo y disfrutar de quienes tenemos cerca. Excepto el blog, que depende sólo de mi, creo que todo lo demás lo tenemos organizado para que pueda tener un buen descanso por primera vez en varios años. Toco madera.

 Este año necesito más que nunca estar con el peque, porque pronto dejará de serlo, le cambiará la voz y con ella tal vez su forma de percibir. Estos dos meses podremos permitirnos ir al bosque de nuevo a recoger moras para hacer mermelada, leer sentados en la hierba, ponerles nombres a los árboles e inventar historias. Cuando era más pequeño, en lugar de leerle cuentos prefería inventarlos para él; le decía que me diera tres palabras y de ahí partía la historia. Hablaremos de todo un poco sentados bajo las estrellas en las noches de calor, y pensaré, como tantas veces, cómo me gustaría poder darle la educación que, si estuviera a mi alcance, les daría a los niños que son como él. Pero las cosas son como son y acabamos teniendo que asumir  los fríos y esquemáticos planes de estudios.
Conozco a algunas madres a quienes les cuesta transmitirles a sus hijos el amor que sienten por ellos, sustituyen caricias y palabras por cosas concretas;  los aman cuando les compran un pijama de tejido suave,  o cuando les preparan la merienda, transmitiendo con sus manos ese cariño que ellos recogerán sin saberlo. Nunca me ha costado expresar mis sentimientos, volcarlos sobre aquellos que quiero con caricias y palabras bonitas, pero a veces uso también otro instrumento: la cocina. Este verano espero que el peque comparta conmigo esos momentos entre pucheros, como si fuese Navidad, y mientras mimamos las hortalizas, las salsas, y elegimos las especias le enseñaré otras cosas que alimenten su sensibilidad.

"I want to feed you the flowers of ice
on this winter window,
the aromas of many soups,
the scent of sacred candles
that follows me around this cedar house,
I want to feed you the lavender
that lifts up out of certain poems,
and the cinnamon of apples baking,
and the simple joy we see
in the sky when we fall in love."


"Quiero alimentarte con las flores de hielo
de esta ventana de invierno,
los aromas de muchas sopas,
el perfume de velas sagradas
que por esta casa de cedro me persigue.
Quiero alimentarte con la lavanda
que se desprende de ciertos poemas,
y la canela de manzanas asándose,
y el placer simple que vemos
en el cielo cuando nos enamoramos".
                                           James Tipton fragmento de "eating the world"

         Nicole Rouseeau

Hoy hemos preparado una quiche. Mi tía Begoña lleva un montón de tiempo pidiéndome la receta, pero como nunca anoto los ingredientes ni las cantidades, todavía no se la había dado. Esta mañana me he acordado de ella y he ido a por un boli y un papel, de manera que, de paso, la comparto con vosotros. Mi tía probó esta quiche en una de esas comidas familiares en las que cada uno aporta algo. Me parece que está muy rica, aunque también es posible que ella haya agrandado su sabor en el recuerdo porque la tomamos  un sábado de verano de brisa templada, rodeados de pinos y geranios, en buena compañía y mirando la bahía de Bayona. Lo que os ofrezco solo es la receta. Espero que si la hacéis podáis compartirla con personas que queréis. Aquí la tenéis, un abrazo.

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sábado, 23 de junio de 2012

Do you speak English?



Ayer me despedí de mis alumnos. A la mayoría volveré a verlos el próximo curso, pero casi todos mis chicos de Diversificación Educativa han dejado el centro. Son los alumnos de quienes más me cuesta despedirme, solemos encariñarnos mucho  tras dos cursos consecutivos siendo su profesora... y algo más, ya que son jóvenes con necesidades especiales, que acceden a este grupo reducido con su  historial de dificultades y frustraciones, cuya superación implica un reto para ellos y también para mí. A partir de ahora me los iré encontrando en la calle y me pondrán al día de sus avatares. Espero que la vida les trate bonito.

El final de este curso ha coincidido con la publicación de los resultados de un estudio sobre competencia lingüística en lenguas extranjeras que hace la Unión Europea. Tan sólo el 28% de los alumnos españoles alcanza el nivel mínimo establecido, en este caso en inglés. Estamos a la cola de Europa. Los británicos están peor, pero ellos el inglés ya lo llevan de fábrica,  tradicionalmente estudian francés como segunda lengua, por lo que, como podéis imaginar, el interés no es tan perentorio. Los que mejor hablan inglés son los jóvenes de países con lenguas poco habladas que, lógicamente, necesitan tener una buena competencia en una lengua de comunicación internacional.  

El peor resultado de los alumnos españoles lo obtienen en comprensión oral. Cuando llegan al instituto se supone que han recibido clases de inglés durante seis años como mínimo, entre 600 y 800 horas según los centros. Con la excepción de los niños cuyos padres les costean clases particulares o viajes a países de habla inglesa, la mayoría  me a llegan a mí a Secundaria con un bagaje de 50-60 palabras, no saben construir una oración negativa o interrogativa correctamente y son incapaces de escribir dos frases sin errores severos, o de articular una frase de diez palabras. Increíble, ¿verdad? Es casi como no acertar ningún resultado en la quiniela. A ver si alguien se toma esto en serio de una vez. En el instituto van aprendiendo, pero mucho menos de lo que podrían aprender si no estuvieran en grupos tan numerosos o si tuviésemos el material que necesitamos; por eso me indigna conocer las subvenciones que se dan para cosas absurdas y para mantener a una casta que más que vivir y dar vida, parasita.

A nuestros ilustres políticos suele gustarles hablar de lo importante que es saber inglés. En esta entrada os he puesto un vídeo del señor Rajoy incidiendo en ello. Hay otro video por ahí del señor Feijoo lamentando el handicap que para su carrera política supone su desconocimiento del inglés. Hay un momento muy tierno cuando una de las periodistas le hace un sencilla pregunta en inglés y él le responde en gallego, para demostrarle que es políglota, supongo.

 Estos días, cuando nuestro Presidente Rajoy anda de cumbres europeas y mundiales, mucho se ha comentado acerca del  problema que supone para él y para todos nosotros su incapacidad de hablar inglés. Casi todos los artículos y comentarios inciden, y con razón, en la falta de espontaneidad derivada de comunicarse a traves de un intérprete, y de la mala imagen que ofrecemos como país. Pero no he visto a nadie hacerse la pregunta que yo me hago...

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sábado, 16 de junio de 2012

El cortijo cultural




Voy a contaros algo que nos sucedió cuando estábamos preparando la presentación de la revista Vosotros. Teníamos que hacerla en Vigo, ya que al tratarse de un día entre semana, no me daba tiempo de desplazarme después de clase y participar en los preparativos. Barajamos tres posibles lugares, uno de ellos era el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo, el MARCO.  

El Marco está en la antigua cárcel de Vigo, un edificio de piedra muy bien rehabilitado que se inauguró en 2002. Fui a la primera exposición con más interés por la rehabilitación del edificio, que había hecho entre otros un arquitecto a quien quiero mucho, que por el arte contemporáneo, la verdad. Cuando estaba en una de las salas, mi hijo pequeño, muy pequeño entonces, se agarró a mi pantalón y me dijo "hay un señor ahí, no puede salir". De un archivador metálico de oficina, tan pequeño que solo Houdini podría haberse escondido dentro, salía una voz pidiendo socorro, "debe ser una grabadora, cariño", le dije. Un guardia de seguridad se inclinó sobre mi hombro y con tono de sorna me dijo "dicen que representa la soledad del hombre de hoy".
Después llevé al peque alguna vez al taller de manualidades del museo, podías hacerlo si comprabas una entrada para ver la exposición, algo que yo nunca hice hasta que un día, una de las guías me abordó antes de salir y me sugirió que les echara un vistazo a las salas, que ella me acompañaría. Empezamos por eso que llaman "instalaciones", una sala inmensa tenía como único ocupante un proyector de diapositivas, que desde el suelo iba proyectando imágenes sobre las paredes desnudas: un patuco, un cenicero lleno de colillas, un chupete, una cajetilla de cigarrillos aplastada...
-Simboliza una depresión post parto -me dijo la guía-y es real, la autora la sufrió.
-Pues se la habrá curado con lo que le pagaron por esto- Le comenté.
Entramos en otra sala. En la pared, una fotos escabrosas y debajo, sobre el suelo, un colchón viejo y sucio como los que se ven a veces junto a los contenedores de basura.
-Simboliza una violación- me dijo la guía.
-Ya. Que no te parezca mal- le dije- pero creo que es mejor que lo dejemos, debe de ser que soy un poco limitada, pero a mí esto no me mueve, no me dice nada.

 -A ver qué te sugiere esto- me dijo la joven mientras se volvía y me señalaba una cosa de cemento que reposaba sobre un pedestal. Tenía incrustado lo que parecían unas ramas verdes.

-Puedo decirte lo que tú quieras, pero de verdad que creo que conmigo te vas a desanimar, esto no corresponde a mi concepto de arte; es más, me parece una tomadura de pelo. Inasequible al desaliento me hizo una última sugerencia "Creo que te va a gustar más una exposición de fotografía que tenemos en la primera planta; es de un fotógrafo austríaco muy premiado".
Subí para no hacerle un feo a aquella chica tan amable. Me esperaba un collage con fotos de escenas cotidianas del austríaco en cuestión: su esposa sentada en el sillón de dentista con la boca abierta ante un torno listo para el combate, su esposa levantando el jersey y mostrando la cicatriz de una operación en un vientre fofo como un flan sin enfriar, su esposa sentada en el váter con unas bragas enroscadas a la altura de los tobillos, cuyo color grisáceo desentonaba con el blanco del papel higiénico. Salí a la calle a respirar.

 Nuestra revista tiene poco que ver con un museo de estas características, pero recordaba que la sala de conferencias está a la entrada y, como el edificio tiene empaque, decidimos preguntar sobre la disponibilidad de fechas. Entramos en la web y comprobamos que la alquilaban  para congresos, seminarios  y presentaciones, con unas tarifas bastante razonables. Llamé por teléfono y hablé con una de las personas que  señalaban en la web como responsables de la sala de conferencias, la otra persona estaba en ARCO. La encargada me invitó a ir a ver la sala e incluso me explicó que, al tratarse de una organización sin animo de lucro, nos facilitarían la gestión para que nos la concedieran gratis.

Al entrar aquella tarde en el museo sentí lo mismo que imaginé se percibiría en casa de una familia venida a menos;  olor a poco jabón, a sillones que no se pueden volver a tapizar y poca energía en el ambiente. Había leído que el museo pasaba por dificultades, incluso habían habilitado una sala  para alquilarla como dormitorio. Era un ambiente de fotografía descolorida y, para colmo, la hermosa pared de piedra que preside la entrada estaba cubierta con unos carteles que aparecían medio despegados; estos:

  "Distopía literal" se llamaba aquello. Por lo visto se trataba de una reflexión gráfica-conceptual en torno a la evolución de la idea de la felicidad desde la promulgación de la Constitución de Cadiz. 

Me estaban entrando ganas de marcharme, pero en eso apareció la persona que había hablado conmigo por teléfono y todo fueron facilidades. Me dijo que en la fecha elegida por nosotros la sala estaba libre, que solo tenían un acto de la Asociación de Escritores en Lingua Galega para aquellos días, y también me dijo que podíamos utilizar el vestíbulo para colocar unos folletos o lo que necesitáramos, y que solo tendríamos que pagarle al técnico de luz y sonido. Pasé a la cafetería. No era lo que yo había imaginado para lo que queríamos ofrecer tras la presentación, era oscura y triste. La encargada, sin embargo, fue encantadora y me enseño los menús disponibles, la fecha le pareció bien.
Al llegar a casa pensé que los rumores de que aquello estaba mangoneado por los nacionalistas y que se lo concedían a quien ellos querían tenía que ser un bulo, pero al día siguiente el secretario de GB envió el e-mail que nos habían pedido para darle formalidad a la solicitud y empezar los trámites para gestionar la gratuidad de la cesión..., y ahí empezó la aventura. 

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sábado, 9 de junio de 2012

¿En qué se lo van a gastar?




Os habrá pasado a vosotros también más de una vez. Abrís un periódico, os encontráis con el enésimo despilfarro, y os acordáis de alguna estrechez que tenéis próxima. Cada uno lo asociamos a nuestro ámbito más cercano; a la Educación en mi caso. Me acuerdo, por ejemplo, de las triquiñuelas a las que está recurriendo la Consellería para retrasar el envío de sustitutos cuando un profesor enferma, o del presupuesto menguante para calefacción, o de los alumnos inmigrantes recién llegados, a quienes  instalan en una silla del aula sin clases de refuerzo, como plantas sin agua, condenados al fracaso escolar. Yo, además, tengo muchos datos en la memoria para indignarme tras cinco años siguiendo la pista a las subvenciones dedicadas a eso que llaman normalización. Es un dinero que no se emplea en algo positivo y tangible, como garantizar que los niños gallego-hablantes de las ciudades puedan ser educados en lengua materna, sino  en intentar que la prensa  incluya noticias en gallego, o que las emisoras emitan en gallego, o para que se "normalicen" asociaciones de todo tipo, para la labor de los equipos de "normalización" de colegios y ayuntamientos. También se les da a manos llenas a fundaciones de la causa,  a editoriales para editar libros en gallego, a los del audiovisual, o para que las empresas le den visibilidad en sus campañas o rotulación; incluso la ONCE recibe dinero para usarlo. No imagináis la millonada que se nos ha ido por el desagüe. Son cifras que rara vez llegan a los ciudadanos, ni siquiera nosotros, que seguimos el asunto de cerca, podríamos dar una cifra precisa; tal es la maraña de partidas y el número de  Consellerías que participan en el reparto de este jugoso pastel.

Hace unos días se airearon unas ayudas cuatrimestrales que se acaban de publicar en el DOG; para nosotros unas de  entre tantas. Las criticaba una asociación pro-imposición, escocida porque no figuraba en el reparto (deberíais haber ahorrado cuando el bipartito os cubría de euros, le diría la hormiga a la cigarra).  Junto a los 50.000 euros asignados a la Confederación de Empresarios para usar el gallego, aparecían  35.000 euros asignados a la Federación de Escuelas Católicas de Galicia para normalización  lingüística. Si lo habéis leído en la prensa habréis pensado que se trata simplemente de poner la mano y obtener un dinerito extra. En este caso lo que a mí me intriga más no es el mercadeo, sino lo que van a hacer con ese dinero, sobre todo teniendo en cuenta el perfil del Secretario y portavoz de esa entidad. Me explico:

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sábado, 2 de junio de 2012

La amargura del BNG


A Valentín García no le gustan mucho las fotos pero cargo obliga. El miércoles al acabar las clases, mi amiga Vivi me recogió en el instituto para llevarme a Santiago. Tenía una reunión  con el responsable de Política Lingüística para exponerle una propuesta de cambio en el actual decreto que regula el uso de las lenguas en la enseñanza; se trata de un cambio que creemos sensato y sencillo de aplicar: ya que por ahora no hay manera de que nos dejen elegir la lengua vehicular de nuestros hijos, mientras se pronuncian los tribunales y movemos el asunto aquí y allá, le pedimos a la Xunta que, al menos, se rote el idioma de las asignaturas  hasta 2º ESO, en este momento se estudian en gallego las más interesantes desde el punto de vista lingüístico.  En la web de GB tenéis toda la información. 

Vivi subió conmigo al despacho de Valentín García, lo saludó y me esperó abajo. Me hizo gracia el comentario que me hizo al salir: "Es el primer señor del PP que me parece atractivo". Vivi es de voto de izquierdas fiel, fiel, así que, sin querer yo restarle virtudes a Don Valentín, interpreté el piropo como que estaba sorprendida porque le había visto cara de buena gente. Desde luego no tiene nada que ver con el pedazo de hielo que le precedió en el cargo, con aquella mirada que tenía de oficinista del KGB con aspiraciones. Valentín tiene un toque Platero muy agradable. Pero, bueno, en todo caso, ya se trate de  Platero o del mayordomo de Putin, cuando se trata de un cambio en el Decreto, quien tendrá la última palabra será Feijoo.

Cuando recogimos el coche en el parking yo ya tenía el estómago en los pies, pero todavía nos quedaba algo más por hacer antes de poder ir a comer;  teníamos que  abandonar la autopista a medio camino y tomar la vía del Salnés hasta Ribadumia, donde están los estudios de Canal Rías Baixas.  El  motivo, algo increíble que nos sucedió la semana pasada. Parece que al BNG no le ha gustado nuestra revista "Vosotros", me explico: por lo visto les ha gustado mucho, así  que han estado devanándose los sesos para encontrar una manera de  chinchar y, no se les ha ocurrido otra cosa que intentar armar la marimorena porque usamos los topónimos correctamente, lo que para los nacionalistas es una "deturpación" del idioma. También les ha dolido en el alma que haya dos anuncios de sendos ayuntamientos, así que han requerido a los alcaldes a dar explicaciones en un pleno, lo explicaban en una rueda de prensa que emitió Canal Rias Baixas. Fueron tales las barbaridades que dijeron que nos planteamos denunciarlos pero, finalmente decidimos responder en el mismo medio. En este vídeo tenéis mi respuesta y en el enlace siguiente lo que dijo el BNG, completamente desmelenado y bilioso. Alguien me comentó que los nacionalistas  tienen incluso la intención de llevar el asunto al Parlamento de Galicia. Después de ver estos vídeos supongo que se habrán quedado sin ganas de hacerlo. Qué ridículo. 


Respuesta de GB





El BNG acusa

O Bng denuncia publicidade partidista dos Concellos de A Pobra e Ribeira


PD Si alguna vez vais a Ribadumia-Barrantes podéis comer en una de esas casas de comidas tan buenas que tenemos en los pueblos de Galicia, se llama "O Tío Benito". Por doce euros  tomé en la terraza unas croquetas caseras de bacalao muy ricas con pimientos de Padrón, unos callos que estaban riquísimos, de esos cremositos sin demasiado chorizo y en su punto de especias, y de postre, cañitas de crema.