Dos buenas noticias

Esta ha sido una semana positiva en lo personal, en lo laboral y en lo que atañe a ésta ventana que estamos contribuyendo a abrir desde Galicia Bilingüe, para que el aire fresco del respeto a las libertades individuales renueve el ambiente viciado y resacoso del totalitarismo nacionalista. No han sido avances espectaculares en los tres ámbitos, pero sí son pequeños logros que te hacen la vida más agradable, que al fin y al cabo es de lo que se trata si quieres afrontarla con optimismo y un espíritu positivo.

 Después de tres meses buscando, parece que, por fin, he encontrado una terapeuta que está consiguiendo que empiecen a remitir las molestias musculares que me tenían fastidiada desde hace  meses. El martes, un clic durante un masaje acabó con el dolor que tenía en un brazo, y una aguja sabiamente pinchada en mi pierna me ha devuelto la movilidad perdida. Todavía no estoy como para bailar una muiñeira, pero casi podría atreverme con un vals. Si a esto le sumo el 7 de Alfonso en dos exámenes y el maravilloso trabajo que mis alumnos han hecho sobre el centenario de la publicación de Platero y yo, he de concluir que la semana ha sido de las positivas. 

En cuanto a las cosiñas relacionadas con GB, ha habido dos buenas noticias. A mitad de semana leí en la prensa que un joven de los que están juzgando en la Audiencia Nacional por pertenencia a Resistencia Galega se ha arrepentido y, con su declaración, ha reforzado la afirmación de este tribunal que declaró que esa banda es un grupo terrorista. El joven, que ya había sido condenado por actos de este tipo con anterioridad, está siendo juzgado por receptar explosivos con fines terroristas. Fue detenido hace unos meses aquí, cerquita de mi casa. Ahora  reconoce que con esa mercancía iba a atentar contra la sede del PP en una localidad al otro lado de la Ría de Vigo, se arrepiente y pide perdón. Al leer el titular, recordé que el ex alcalde de Vigo, Carlos Príncipe, contó hace poco en un programa de televisión, que un chico que había renunciado a seguir siendo defendido por el abogado de la banda y que, parece que quería reconducir su vida fuera del circuito de Resistencia Galega, había recibido una brutal paliza. No puedo afirmar que se trate de la misma persona, pero desde Ceivar, que es una especie de "gestoras pro amnistía made in Galiza", lo acusaban este jueves de haber entrado en el juego de la cloaca, de la colaboración y de los pactos con el diablo. Espero que otros sigan el ejemplo de este joven, y me alegro mucho de que haya conseguido salir de esa secta lava cerebros que sólo podía conducirlo hacia la autodestrucción. Me alegro en especial por tratarse de él, porque he seguido su trayectoria de manera más directa que la de los demás. No os puedo dar más detalles, ya que son   cuestiones relacionadas con el instituto donde trabajo, circunstancias que tienen que ver con mi labor docente y que, por lo tanto, no se pueden hacer públicas, pero si él llega a leer este post, quiero que sepa que lo perdono y que espero que su otro yo también consiga vivir su juventud rodeado de amigos que lo hagan crecer como persona.

La otra buena noticia tiene que ver con el Conservatorio de Santiago de Compostela. Hace unas semanas os conté en este blog que le habíamos trasladado a la Xunta la protesta de unos padres de alumnos, porque Isabel Rei Sanmartín, la responsable del equipo que promueve el gallego en ese centro, lo que promovía era un sucedáneo del portugués, y que esa jerga era la que usaba en la web del conservatorio y en la que  editaba los folletos de los conciertos.  En cuanto hicimos pública la denuncia, empezó a movilizarse el personal de talibanlandia. Comenzaron a llegar los insultos a los comentarios del blog y al correo electrónico de Galicia Bilingüe, los comunicados de apoyo de partidos como Nós Unidade Popular y de algunos medios digitales nacionalistas. Incluso se plantearon hacer un concierto solidario en Santiago para apoyar esta insólita promoción del no gallego o, más bien, de esta profesora que pretendía hacer de su capa un sayo. Pero la Xunta ha reaccionado bien y con prontitud, han conminado a  esta señora a hacer lo que tiene que hacer, y han eliminado de la web del centro la sección desde la que promocionaba "sus cosas". He de decir que en esa web ella ya había publicado un comunicado de autoapoyo con las firmas de lo más granado del lumpen talibánico, desde Sechu Sende, hasta la llamada Coordinadora de Equipos de normalización de los centros de enseñanza de Galicia. Por otra parte, la profesora parece haber cambiado también el estilo de su facebook, si hace unas semanas retransmitía en directo el juicio contra los miembros de Resistencia Galega, ahora ha dejado de informar al respecto, ello a pesar de la cantidad de noticias que ha generado la banda en las últimas semanas.

Pero lo mejor ha sido la reacción que ha habido en el Conservatorio, porque nuestra denuncia ha animado a una buena parte de la comunidad escolar a decir en voz alta lo que tantos callan cuando el asunto de la lengua anda por medio. Tanto padres como buena parte de los profesores han mostrado en público su hartazgo ante los desmanes que se estaban cometiendo. 

Lo que ha hecho el joven ex miembro de Resistencia Galega es muy meritorio, pero los padres del Conservatorio de Santiago, con su denuncia, han conseguido doblarles el brazo a estos pelmas, y volver a hacer vigente la teoría de la "espiral del silencio" planteada por Elisabeth Noelle-Neumann. Los individuos se sienten reacios a expresar una opinión diferente de la dominante por temor a ser excluidos, pero esa espiral empieza a decrecer cuando se encuentra a un grupo que se mantiene firme y argumenta. En este caso, ese núcleo duro, ese grupo de padres, han conseguido mostrar que quienes llevaban la voz cantante son, además, cuatro gatos. Tomemos nota, cojamos la semilla y esparzámosla. Yo ya he escogido un nuevo jardín, malo será que no florezca algo en primavera.

Feliz semana amigos.

En el comentario de 10 de mayo 23.39, se ha trasladado una información desde internet en la que aparece el nombre de María Asunción Losada Camba con una errata. El segundo apellido es Camba no Campa.