Este palacete construido en los años veinte que veis en la foto, está enfrente de mi instituto, en Rúa do Carme, (la Calle del Carmen de toda la vida). Si el insti hubiera estado abierto ayer, lo habría fotografiado desde el tercer piso para que pudierais ver el edificio completo con su jardín. No sé en qué momento la casa se cerró y el jardín comenzó a desfallecer. Un buen día, al mirar desde la ventana de un aula, me di cuenta de que los árboles habían perdió su silueta y que los hierbajos se codeaban con el césped, que ya alcanzaba el metro de altura. Una contraventana apareció abierta, nadie la volvió a cerrar. Otras la siguieron. Las ventanas se abrían y eran vapuleadas por el viento hasta aparecer desmayadas, semi colgadas, como si quisieran llamar la atención. Comencé a darle vida al palacete en mis clases, con los alumnos de diversificación y un grupo de 4º ESO. Aprovechábamos la ocasión de una redacción en inglés para imaginar su historia, recreábamos una escena en el interior, una leyenda, y colocábamos en habitaciones vacías fantasmas y personajes recluidos del mundo exterior. Pocas veces se veía a alguna persona por la finca; cuando así sucedía, los alumnos me avisaban. El año pasado me dijeron que habían visto a un perrillo en el jardín. Me acerqué al salir de clase por si algún desaprensivo se había deshecho de su perro arrojándolo por encima del muro de la finca, pero dentro del recinto vi a un joven llamándolo por su nombre.
Hace unos meses comenzamos a notar mucho movimiento en la casa, incluso vimos un tendal en uno de los balcones. Al poco tiempo, un pequeño cartel en la puerta principal avisaba de que había un timbre en el lateral de la finca que da a una callejuela. En mayo colocaron un cartel más grande, el que veis en la foto: "Centro Social Autoxestionado a Quinta de Carmiña". Los centros sociales suelen ser locales de talibanes grado 2. Los hay en todas las ciudades de Galicia y en algunos pueblos. Se parecen a las herrikotabernas, con zona de bar, a veces futbolín o billar y dardos, y con espacio para organizar charlas, cursillos y actuaciones en directo, todo ello dirigido, sobre todo, a los jóvenes. Nunca había visto uno que les saliera gratis y con vivienda incorporada. ¡Y menuda vivienda!: 8 dormitorios, 4 baños y alojamiento para el servicio en el torreón.
Hace unas semanas, Faro de Vigo publicó un reportaje sobre la finca. Una señora de unos setenta años, Mº Luisa Rogriguez, contaba que había vivido allí desde los años cincuenta, hasta que se casó. Cuando sus padres fallecieron a principios de 2000, Mª Luisa y sus hermanos vendieron la finca, que pasó de mano en mano hasta acabar en la cartera de embargos de un banco. Los primeros okupas llegaron el año pasado, los últimos parece que vienen para quedarse. En Faro contaban que organizan muchos cursos y actividades. Lo que yo he visto es un curso de alemán que publican en su página de facebook , una charla de un grupo anarquista, y un acto organizado por la plataforma independentista juvenil Agir... unos angelitos. No sé si A Quinta da Carmiña va a seguir la estela de otros locales radicales, o si se van a especializar en cursillos de cocina vegana y clases de alemán, pero en Galicia, unos cuantos de estos llamados locales sociales organizan actos de ensalzamiento a los presos de Resistencia Galega y, aún así, la Xunta consiente que haya equipos de lobotomización lingüística de centros de enseñanza que colaboran con ellos. Lo hemos denunciado pero no sólo no se hace nada al respecto, sino que la Xunta premia con más puntuación y con ello con más dotación económica, a los equipos que colaboran con entidades "normalizadoras" externas. Una monada salada, como diría mi madre.
Esta mañana se quejaban desde la Xunta en la prensa, porque los equipos de "Normalización" de las universidades amenazan con montarle a la Xunta una trifulca con el tema de la lengua. Andan dándole vueltas a la presencia del gallego en la etapa de 3 a 6 años, la única en la que se les pregunta a los padres cuál es la lengua materna de sus hijos. Después les enseñan en las dos lenguas si predomina el español y en gallego con un poquirritichinín de español si predomina el gallego. La Xunta acaba de dar en el Parlamento los datos de lengua materna según los padres, y el resultado es gallego 90% en el rural y pueblos, y español 90% en las ciudades. Los nacionalistas se han puesto como la niña del exorcista, no se puede consentir que la lengua propia no sea la propia de tantos niños urbanos. Y eso que los datos no son los reales, sabemos que en los pueblos hay más niños castellano hablantes de los que reflejan los datos oficiales, pero en más de un colegio hacen trampas con los resultados. Desde la Xunta afirmaron el jueves que se "están esforzando para que las familias conozcan la importancia de que la lengua materna de sus hijos sea el gallego", así, con un par de narices. No sabemos para cuando vendrá lo de decirnos qué marca de pañales debemos comprar, o que nos obliguen a hacerles la papilla con grelos en lugar de espinacas, pero !Ay! ni con esas se han quedado los talibanciños contentos; están decididos a armarla sí o sí, que a ellos, cuando cogen carrerilla no hay quien los frene. Estoy que no puedo con el disgusto, ¡pobre Conselleiro! ¡pobre Feijóo!...siempre dándole de comer al cocodrilo y al final el bicho se los quiere comer a ellos. ¡Pues es lo que hay! y se lo tienen más que merecido. Como también diría mi madre ¡Anda y que os ondulen con la permanente!