El lunes llegamos a casa después de haber pasado cuatro maravillosos días en Viena. Como os comentaba a nuestro regreso de Roma en febrero, estábamos intentando recuperar los viajes que no habíamos podido hacer durante el tiempo invertido los últimos años poniendo en marcha y consolidando GB. Es cierto que el bolsillo lo agradeció, pero a las personas a quienes nos apasiona viajar, cinco años sin imbuirnos en otras culturas nos dejan como una planta sin abonar. Además José Manuel intuye que tal y como están las cosas, es muy probable que lo de poder viajar se vuelva algo asequible sólo a unos cuantos afortunados dentro de poco. La verdad es que desde que lo conozco siempre ha acertado en sus predicciones; cuando hace cuatro años me dibujó un panorama tan sombrío como el que estamos padeciendo ahora, lo taché de exagerado, incluso de cenizo, y ya veis, finalmente he tenido que darle la razón.
Pero, hablemos de cosas agradables, que bastante triste es abrir los periódicos todos las mañanas. El jueves 5 llegamos por fin a Viena tras un periplo agotador de tres vuelos y muchas horas de viaje. Lo que nos ahorramos con esa combinación más económica nos sirvió para comprar las entradas a la ópera que adquirimos hace meses a través de Internet.
Tras habernos refrescado en el hotel, salimos a dar un paseo por la calle Maria Hilfer para empezar a ambientarnos en esta ciudad en la que se respira una sana mezcla de eficiencia y esplendor. Y así iba yo caminando tan contenta cuando a los pocos minutos me topo con una sorpresa en un letrero de neón
!Por Dios, qué susto!
Al verlo, recordé que hace un par de meses el Conselleiro de Educación se desplazó a la sede de la RAG, para asegurarle a su Presidente que la crisis no pondría en peligro ninguno de los gastos de su institución, y que de propina la Xunta costeará una campaña, con vallas publicitarias incluidas, para recordarnos a los gallegos cuál es nuestra identidad. En resumen, que vino a decirle, "Querido, aunque nos quitemos de comer, a tí no te va a faltar de ná". Con semejante antecedente, al ver el letrero me dije "¿Le habrán abierto aquí una sucursal?" La cosa podría haber quedado en una simple sospecha de no ser porque en la esquina del edificio contiguo me topé con esto otro:
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"Pues va a ser cierto, ya les han obligado a normativizar un topónimo a los de la tienda de al lado". Teniendo en cuenta que la RAG ya no es lo que era, que ahora la preside un independentista y con un perfil que es el que es, teniendo en cuenta que se gasta el dinero de la Academia en presentar recursos para limitar los derechos lingüísticos de los alumnos, y que últimamente ha emitido comunicados sobre asuntos que nada tienen que ver con la lengua gallega, un experimento normalizador en Viena, hasta me pareció factible. Pero la cosa no acabó ahí. En la acera de enfrente me encuentro con esto:
Un supermercado con la palabra grifo en gallego. ¿Se apellidará Wasserhahn el dueño del super y lo habrá subvencionado la Xunta para que lo "galeguice"?
Tras la ofuscación inicial, recordé que billig significa barato en alemán, de modo que billa sería una forma coloquial, o sea que se trataba del Mercadona austríaco. También me di cuenta de que Tui es el nombre de una conocida agencia de viajes alemana, que, como podéis ver en la siguiente foto, en su publicidad usa los topónimos de forma correcta, es decir, en su idioma. A Tenerife lo llaman Teneriffa y nadie se ríe de ellos como hacen en Galicia los normativizadores cuando hablando en español dices Carballino. Finalmente, y para mi mayor tranquilidad, me asomé a la dichosa RAG y comprobé que se trataba de una inofensiva tienda de calzado deportivo.
Las cosas a veces no son lo que parecen. Tampoco de esta imagen debe deducirse que el objetivo de José Manuel en Viena fuera el de promocionar GB pegando propaganda en las farolas, ni tampoco que no sepa sonreir, tan solo lo pillé serio en ese momento.
El objetivo de nuestro viaje era cambiar de aires, empaparnos de Historia, escuchar buena música y, en mi caso, también comer tartas. Y eso es lo que hicimos, y para muestra unas fotos. No veréis palacios ni exteriores de museos, esos son demasiado bellos y no merezco retratarlos con mi cámara de andar por casa.
Me encantan este tipo de tiendas. En esta olía a té y a chocolate.
Comí tantas tartas... Os muestro las tres más ricas. Aquí estoy en el Kunsthistorisches Museum descansando después de haber visitado algunas salas que me interesaban especialmente; el edificio es magnífico, el contenido está expuesto de forma bella e inteligente y no estaba abarrotado, así que pude recrearme. El restaurante está en un lugar privilegiado, es una pena que con mi cámara no os lo pueda mostrar bien.
Esto es lo que me estaba tomando cuando Jose Manuel hizo la foto: Apfelstrudel con salsa de grosellas...hmmmm
La tarta Sacher... en Sacher. Muy rica
Jose prefirió probar el Wiener Schnitzel, y una sopa de patata.
En el Naschmarkt, mercado de frutas y especias, estuve buscando los ingredientes que utilizan para aromatizar sus sopas. En España podré encontrarlas todas, excepto una que procede de la vecina Hungría y que algunos campesinos recolectan al amanecer y después venden en este mercado vienés.
Sin duda, éste fue el mejor postre de cuantos tomé. Era una tarta de queso agrio, templada y con crema de vainilla caliente que tomé en Demel, un salón de té cercano al Palacio Imperial !Qué cosa más rica!
Esta fotografía la tomé poco antes de empezar otro concierto al que fuimos. Había un ambiente bastante informal, dentro de lo que son ellos, claro. Por eso me atreví a hacer la foto. Lo que no fotografié fue el interior del Teatro de la Ópera del Estado, al que fuimos el domingo. No me pareció correcto y, en todo caso, no podría transmitiros lo más importante. Ojalá hubiera cámaras capaces de captar las sensaciones para poder revivirlas en casa. Fue una interpretación maravillosa de Parsifal; cinco horas de excelencia, sensibilidad y buen gusto. Las entradas fueron algo caras porque estábamos en la fila 16 del patio de butacas, cuando las reservamos ya sólo había dos opciones: butaca o gallinero, así que decidimos recortar el presupuesto del vuelo. Valió la pena viajar un poco más incómodos.
Cuando tenga algo de tiempo os haré una pequeña guía por si alguno de vosotros tiene la posibilidad de llevar a sus hijos a Viena. Me parece la ciudad perfecta para que aprendan mucho sin cansarse en exceso. Los lugares más interesantes están bastante cerca unos de otros y se han esmerado a la hora de facilitar los accesos y de contar con medios para que los más jóvenes aprendan de una forma atractiva. Y no me pareció una ciudad cara para ir en familia. Los hoteles tienen un precio razonable y se puede comer al mismo precio que en España, incluso proporcionalmente más barato que aquí en los lugares más emblemáticos, como esos salones de té a los que fui. Qué pena, voy a echar de menos todo esto.
Ja ja ja, lo de la Rag está simpático, pero que no te parezca ciencia ficción, si les dejaran, verías. Me alegro de que hayas recargado las pilas, a mi también me gusta mucho Viena.
ResponderEliminarUn besito desde Monforte.
Si los talibancetes lingúísticos osaran sólo explicar sus "teorías" en un país civilizado como Austria, habilitarían un ala nueva en el psiquiátrico de Viena para ellos. Los estudiarían y hasta serían objeto de tesis.
ResponderEliminarA todo esto, qué envidia de strudel...
O complexo de inferioridade dos españois mantense no século XXI: sempre son civilizados e democráticos os demais ao norte dos Pireneos.
EliminarSu usted supiese la cantidad de teorías talibánicas que han prosperado en Austria...
EliminarHace unos pocos años loas aurtríacos llevaron a la presidencia a un tal Heider, un ultranacionalista xenófobo que sólo de recordarlo ahora se me eriza el vello. La Comunidad Europea tuvo que intervenir para que abandonase el cargo. Lo que usted llama países civilizados está lleno de talibanes.
Mire ese chico noruego, expresión pura de la "norueguidad" en persona", que se cargó a un centenar de adolescentes, y que hoy le niega legitimidad del tribunal que lo juzga, porque está contaminado de políticos multiculturalistas.
Non é preciso ir tan lonxe para atoparmos personaxes sen civilizar: fíxate só nos rueiros de certas vilas e cidades que houbo que cambiar nos últimos anos por estaren cheos de nomes talibánicos.
EliminarCerca de la Viena Imperial, de la Viena de los Museos, existe una Viena oculta. No aparece en las guías, los vieneses “dicen” desconocerla, pero está ahí.
ResponderEliminarPero para los buscadores de vestigios de la II Guerra Mundial, es la Viena más fascinante.
Cuando uno visita la Ópera de Viena y le enseñan el patio de butacas, le dicen donde se sentaba el emperador Francisco José, la emperatriz Sisí, y demás personajes ilustres de la sociedad vienesa, pero lo que nadie le dice - y si tienen el atrevimiento de preguntar seguro que le ponen mala cara - es donde se sentaba el hijo del funcionario de Aduanas del Imperio Austro-Húngaro, el hijo del señor Schicklgruber.
Nuestro protagonista, solía situarse abajo, pero no en la zona de butacas. Odiaba sentarse arriba, pues era la zona estaban las parejas. Vamos, que contra toda evidencia, en la Real Ópera de Viena, también existían las filas de los mancos.
Mariahilfer Straße la recorría el hijo del funcionario de Aduanas, a la carrera, ya que si llegaba tarde a la pensión, la encontraba cerrada.
Doy fe, que una carrera desde la Ópera, Mariahilfer Straße arriba, para llegar a la Stumpergasse te deja sin resuello.
El portal de la pensión, sita en la calle Stumpergasse, 31 - he visto algún nostálgico confundido haciendo fotos delante del portal 29 - dista un kilómetro de la ópera.
Todavía hoy podemos distinguir los edificios que fueron afectados por los bombardeos aliados.
Pero curiosamente, la pensión no resultó dañada.
En la acera y delante de los portales son visibles unas chapas metálicas con los nombres de los inquilinos de dichos portales que fueron asesinados en diversos campos de exterminio, así como el año de la muerte.
En la Viena de principios del siglo XX vivía un estudiante de música. Se llamaba August Kubizek y para desesperación de su paisano de Linz, con el compartía pensión, se pasaba el día aporreando el piano. El amigo de Kubizek, diseñó - aunque no era arquitecto - y mandó construir años después unas torres antiaéreas con el objeto de salvar la ciudad de los bombardeos.
Una de las torres, en alemán, Flaktürme, está cerca de la Stumpergasse, el Complejo Stiftskaserne y hoy alberga un acuario. Se puede subir a lo alto de la torre, previo pago y sin ascensor, para tener una visión de Viena, desde arriba, la misma que tenían los sufridos artilleros, que no lograron derribar prácticamente ningún bombardero aliado, ya que éstos soslayaron el peligro volando más alto.
Los rusos, que fueron los que liberaron Viena del yugo nazi, quisieron derribar las torres pero fueron incapaces.
Las Flaktürme artilladas estaban asociadas a una torre más pequeña que era la de control de tiro.
Esa torre está subiendo por la Mariahilfer a mano derecha, dentro de un cuartel del ejército austríaco. Cuando le expliqué al oficial de guardia en mi macarrónico alemán el motivo de la visita, amablemente me replicó, contra toda evidencia, ya que la torre se encontraba en el patio del acuartelamiento, que en Viena no había “ésas cosas”.
En las torres antiaéreas siguen siendo perfectamente visibles las plataformas donde se instalaban los Flak de 128 mm. Curiosa la historia de los flack. Su antecesor, el 88, diseñado como antiaéreo y usado en principio cómo tal, al comienzo de la Guerra Civil Española, los soldados del bando nacional, bastante más ingeniosos que los cuadriculados germanos, se dieron cuenta de su potencial para usarlo contra los carros de combate. Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes - a instancias del “diseñador” de las torres antiaéreas - consiguieron instarlo en un tanque, el famoso Tiger. Los tanquistas soviéticos, a los que nadie puede acusar de cobardía, cuando divisaban un Tiger en lontananza, prudentemente, daban media vuelta y “avanzaban”.
El hijo del funcionario de Aduanas, y el amigo del estudiante de música, era la misma persona. Entró en Viena - ciudad a la que odiaba, por las privaciones que en ella pasó durante su juventud - años después, en loor de multitudes.
Perdonad que escriba para decir algo que no tiene nada que ver con Viena o con la RAG, bueno, con estos últimos algo tiene que ver.
ResponderEliminarHe estado ayudando a mi hija de 2º ESO a hacer un trabajo para el instituto. Yo le decía que plantear se dice en gallego PLANTEXAR y ella que no, busqué en internet pero no me aclaró mucho. Yo siempre he escuchado en TV cuando habla gente de sindicatos o políticos que reivindican algo decir plantexar y plantexamento.
Si alguno de los que entran aquí y es filólogo me lo puede aclarar, se lo agradecería en el alma, la niña siempre lleva buenas notas y es muy escrupulosa con sus errores. GRACIAS. A ver si mañana antes de ir a clase puede ponerlo bien, que lo ha dejado en blanco.
"Plantexar" se oye bastante,es una galleguización espontánea de una palabra castellana, por analogía con "mear - mexar", etc.
EliminarPuede usar "formular", "propor", "establecer", "presentar", todas ellas bendecidas por la RAG, y si quiere también usar "plantear", aunque no tenga esa bendición, que nadie le va a bajar la nota por ello (eso espero).
E que me di vostede Anónimo Apr 15, 2012 02:33 PM das barbaridades que escoitamos en castelán nos distintos medios: pienso de que, habían tres personas, contra más lo pienso... etc... etc...
EliminarHombre, no es lo mismo, una cosa es cometer errores y otra que lo normativizado sea un cacao, es decir que ni queriendo y poniendo interés en hablar bien, lo consiga uno porque andan cambiándolo todo. Ahora a buscar le llaman procurar y presionar se llama premer como en portugués, así que como no hay forma de estar al día, yo paso, y cuando en el chollo me toca redactar algo en gallego, lo hago a mi manera, yo tengo mi propia variante, aplicando un poco de diccionario, un poco de memoria y un poco de "echarme palante" y cada vez que escribo producto sin c pero respecto con c, que ese invento parece que sí que se lo quedan, me entran ganas de pisar un diccionario, que ridículo, con tal de que no se parezca al español son capaces de llamarle kaka, así con k a los que todos sabemos.
EliminarAndan cambiándolo todo, dale con esa matraca.
EliminarCon “plantexar” no hubo cambios, nunca formó parte del vocabulario recomendado normativamente. Lo dicen algunos, y se encuentra también en algún que otro texto escrito. Pero no es una palabra tradicional del gallego. Tampoco es “tradicional” del español: es una palabra del siglo XVIII (“inventada”, como les gusta decir a algunos de ustedes) a partir de “planta”: “trazar la planta de algo” = “plantear”. Esa invención es exclusiva del español, no ocurrió en ninguna otra lengua románica. Si se adopta en gallego (cosa que no habría por qué evitar), debe decirse igual que en español: “plantear”. No hay ninguna razón para meter en medio esa “x”, analógica como ya dije, por la coincidencia de que alguna terminación –ear en castellano sea –exar en gallego (“mexar”, “pelexar”). Pero esas terminaciones no corresponden al sufijo “–-ear”, que es igual en castellano y en español. Decimos “coquetear” y no “coquetexar” o “torpedear” y no “torpedexar”.
EliminarSeñora preguntante, en el mundo exterior se considera de buena educación dar las gracias cuando se recibe ayuda.
Puesto que todos hablamos, todos nos consideramos capacitados para decir lo que sea sobre las lenguas. Sin embargo, aunque todos respiramos, no nos consideramos capacitados para hablar sobre neumología.
EliminarHay una anónima ahí arriba que muestra se desdén por el hecho de que en gallego se escriba “respecto”. Y en cambio, le parece normal que en español se escriba “respeto”. Yo la desafío a que explique por qué es normal “respeto” en español y anormal “respecto” en gallego.
Y sepa usted que “buscar” no ha desaparecido del gallego, puede usted emplearlo cuanto guste, y que “presionar” en el sentido de ‘pulsar una tecla’ nunca estuvo en él, ni estuvo tampoco en el español hasta la nueva oleada de anglicismos traída por los ordenadores. En las antiguas máquinas de escribir nadie “presionaba” la “q”. A ver si dejamos de decir tonterías.
De nada.
A min o que me mola é entrar neste foro e ler os comentarios dos indignados antigalibánicos castellanoparlantes escandalizados por certas formas galegas normativas
Eliminare despois poñer a tele e escoitar en castelán cousas como "hacer balconing".
Es que me troncho.
jajajajajaja
E ós que teñen tantos problemas co galego normativo, dicirlles que se se poñen a escribir en castelán correcto, seguro que atopan outra chea deles. Tamén dicirlles que é normal que lles sexa máis fácil aprender o castelán +/- normativo, xa que temos unha chea de medios de comunicación e entretemento neste idioma, o que afai ó oído e permite esa facilidade de uso a todos. Tamén dicir que a eles co galego non lles pasa o mesmo, ou polo menos algo similar, porque non o usan para nada, na maioría dos casos (paso de xeralizar), excluírono das súas vidas porque cren que non serve para nada.
EliminarPara o Anónimo Apr 17, 2012 01:11AM:
EliminarA “preguntante” non lle vai dar as grazas porque o obxectivo non era recibir axuda, senón relaxarse un pouco coas amigas á costa do galego, no que están cambiando sempre todo e inventando verbas. O que ela esperaba era consolo, non axuda, un ratiño de comadreo, cousas como ese “Ay hija, pues yo ya ni te cuento”. Confórmese vostede con que teñan estado caladiñas durante máis de 48 horas, que non é pouco mérito.
Amiga mia !Qué preguntas haces! yo me he roto la vista buscando palabras cambiantes tantas veces para los deberes, que ni ye cuento. Pasa de todo y ponedlo como os de la gana. Cuando vi los exámenes de mi hija y me di cuenta de que las faltas de ortografía en gallego no las corrigen, (dicen que se hace para animar), así que vale todo.
ResponderEliminarPor favor Gloria, estamos pensando hacer un viaje este verano, seremos cuatro y la cosa está entre Amsterdam y Viena ¿Podrías decirme sitios a buen precio para comer en Viena? ¿y los hoteles? Me fío poco de las guías.
Por cierto, me llamo Ana, por si quieres dirigirte a mí personalmente. Gracias.
EliminarHola Ana.
EliminarSi preparas el viaje con tiempo, creo que podréis pasar unos días en Viena sin gastar mucho. En internet se consiguen vuelos a precios, a veces, sorprendentes. Con los hoteles de Viena sucede lo mismo que con los de otras capitales europeas, cuanto más céntrico está, menos se corresponden las estrellas con su calidad, a menos que puedas optar por los muy caros. Una habitación doble en un cuatro estrellas cuesta 100 euros, si el hotel está bien situado tendrás una habitación un poco pequeña y sencilla pero están bien. Si puedes gastar más, hay hoteles muy bonitos en el entorno del Teatro de la Ópera por unos 200 y por curiosidad le eché un vistazo a los precios del Sacher, que es precioso: 300 euros. Pero los de 100 por pareja están bastante bien y tienen un buffet de desayuno muy completo; yo lo necesito porque tengo una alergia alimentaria un poco complicada y me resulta cómodo tomar un buen desayuno en un sitio en el que no me da apuro preguntar los ingredientes dado que me voy a alojar varios días. Así, a mediodía puedo tomar algo ligero y a la hora de la cena voy a las cadenas que tienen listado de alergenos, es raro no encontrar un Maredo, que siempre están muy céntricos, por 10-11 euros tienes el menú con un buffet y un entrecot. También suelo ir a los Vapiano porque puedo ver los ingredientes y elegirlos, a los chicos les gusta mucho y puedes comer bien por 10 euros e incluso menos. Así que no puedo recomendarte otros restaurantes de allí, me da apuro dar la lata preguntando los ingredientes que tiene cada plato. Eso sí, en esta ocasión no perdoné las tartas, me gustan mucho y siempre me quedo sin postre a no ser que lo prepare yo en casa, porque no me gusta incordiar a los camareros preguntándolo todo. En Viena, sí lo hice, son muy amables y además usan productos bastante naturales. De ahí que disfrutara tanto con los strudel y las tartas, y los encontré muy bien de precio, una porción de tarta en un salón de té bonito, bien servido y con mantel de hilo cuesta cuatro euros y pico.
En cuanto a las visitas a museos y palacios, tienen precios especiales si compras varias entradas de una sola vez y te recomiendo la tarjeta de transporte, que siempre compensa.
Espero haberte sido de ayuda. Un abrazo.
Ay, Ana, pobriña. Por fortuna, tanto en Amsterdam como en Viena hay unos oculistas muy buenos, tanto como los de Barraquer, que arreglarán la vista. Y no busques más palabras en Intenet, mujer, que ya ves luego lo que pasa.
EliminarNo les hagas caso Ana, que son unos amargados y unos resentidos.
Eliminar¡Qué va! Disfrutamos mucho.
EliminarEl-Rei marcha a Botswana a papar tarta de mazá, e dona Gloria marcha a Viena a cazar elefantes. Neste país ninguén fica no seu posto, así nunca seremos un país civilizado.
ResponderEliminarComo ben din noutros comentarios vaia países democráticos e civilizados eses nos que xorden monstros ultras do tipo Anders Behring Breivik.
ResponderEliminarOutra cousa que esquecen habitualmente os que queren darnos leccións de civilización é que este país sempre estivo gobernado por eles, e continúa a estalo; así que en todo caso, señores, velaquí teñen a súa obra: contémplena e admírena con pasmo.
Convocatorias de axudas
ResponderEliminarhttp://www.xunta.es/linguagalega/convocatorias_de_subvencions