
Cuando conduzco me gusta escuchar los informativos a través de la radio, eso sí, procuro alternar varias emisoras para tener una idea un poco más aproximada de lo que está sucediendo. Ayer por la mañana, el que escuché a las 12 abrió con la noticia del fallecimiento de un mendigo en La Coruña; su cuerpo había sido encontrado por la mañana a la entrada de una tienda: Conmoción en Galicia por la muerte de un sin techo en La Coruña a causa del frío, decían en el titular. A continuación, un representante de Cáritas lamentaba el aumento de personas que se están encontrando en situación de extrema pobreza. En cuánto hubo acabado de hablar emitieron una cuña publictaria, era de la Xunta, algo sobre o importante que é pagar os nosos impostos, uno de esos anuncios a los que no se les presta atención, ambientado con la consabida musiquilla estilo anuncio de El Almendro con reminiscencias de Milladoiro.
Unas horas antes había visto publicidad de la Xunta en un periódico, se trataba de un difuminado mensaje sobre un también difuminado fondo azul: coidemos a nosa acuicultura, decía. A la derecha de la imagen se veía un rodaballo casi insignificante y, a la izquierda, a unos supuestos trabajadores del sector vestidos de diseño. Hace poco me topé con otro que rezaba: coidemos a nosa minaría, como imagen destacada creo recordar que se mostraba una botella de agua mineral.
¿Beneficios para el ciudadano? en mi opinión: cero, ¿Beneficios para el sector? dudo que les reporte alguno. ¿Coste?: muy elevado.
Os invito a fijaros a partir de ahora en los periódicos y en los programas de radio, comprobaréis que proliferan como setas este tipo de anuncios vacíos. Supongo que esto no sucederá sólo en Galicia. ¿Donde está el truco? Recientemente algunos medios descontentos con el reparto denunciaron que el quid de la cuestión, estáría en que la Xunta juega a conceder o retirar anuncios, pagados con el dinero de todos, según el tratamiento que el medio les da. Sería un atrevimiento por mi parte afirmar que esto sea cierto y no culpo a los periódicos y a las emisoras por beneficiarse de la publicidad institucional, es igual de honesto por parte de una empresa privada aceptar anuncios de la Xunta como lo es promocionar a una compañía de seguros o a una fábrica de galletas.
Nuestra indignación debemos dirigirla hacia quienes, estando obligados a administrar de forma sensata el dinero de nuestros impuestos, ese dinerito que en el anuncio nos animaban a entregarles, lo usan, en gran medida, para su propio beneficio y boato. Al menos podrían estrujarse un poco las neuronas y utilizar la publicidad para hacernos llegar mensajes que le fueran útiles a alguien. Acabaremos por añorar los anuncios de antaño con los que, sin tanto experto en comunicación ni medios técnicos, conseguían algun objetivo. Bastaba una canción pegadiza y ver a Baloo moviendo el solomillo, para que todos nos animáramos a comer al día un plátano por lo menos, y el simple mensaje de la no tan lejana campaña "Aunque tú puedas pagárlo España no puede", era una llamada a la conciencia cada vez que salías de una habitación dejándote la luz encendida.
Capítulo aparte merece el hecho de que las campañas las hagan sólo en gallego. Ayer a la salida de mi instituto les entregaban a los chavales unos folletos para animarles a divertirse sin beber alcohol. Aunque el 99,9% de los alumnos tiene como lengua habitual el español, el folleto estaba escrito íntegramente en gallego, slogan incluido. Yo creía que una de las máximas en comunicación era usar un lenguaje que llegara con facilidad y rapidez al destinatario. Pero tal vez en este caso "Normalizar" es más importante que convencer.
Nuestra indignación debemos dirigirla hacia quienes, estando obligados a administrar de forma sensata el dinero de nuestros impuestos, ese dinerito que en el anuncio nos animaban a entregarles, lo usan, en gran medida, para su propio beneficio y boato. Al menos podrían estrujarse un poco las neuronas y utilizar la publicidad para hacernos llegar mensajes que le fueran útiles a alguien. Acabaremos por añorar los anuncios de antaño con los que, sin tanto experto en comunicación ni medios técnicos, conseguían algun objetivo. Bastaba una canción pegadiza y ver a Baloo moviendo el solomillo, para que todos nos animáramos a comer al día un plátano por lo menos, y el simple mensaje de la no tan lejana campaña "Aunque tú puedas pagárlo España no puede", era una llamada a la conciencia cada vez que salías de una habitación dejándote la luz encendida.
Capítulo aparte merece el hecho de que las campañas las hagan sólo en gallego. Ayer a la salida de mi instituto les entregaban a los chavales unos folletos para animarles a divertirse sin beber alcohol. Aunque el 99,9% de los alumnos tiene como lengua habitual el español, el folleto estaba escrito íntegramente en gallego, slogan incluido. Yo creía que una de las máximas en comunicación era usar un lenguaje que llegara con facilidad y rapidez al destinatario. Pero tal vez en este caso "Normalizar" es más importante que convencer.
Mientras Cáritas y otros colectivos hacen números de circo para ayudar a los más necesitados en tiempos difíciles, mientras se presiona a los médicos para que ahorren, muchas veces en contra de su criterio, mientras tenemos las aulas de los institutos más abarrotadas que nunca, veo en el Diario Oficial de Galicia cómo se despilfarra, también para normalizarnos lingüísticamente. Sólo en la última semana me he topado con subvenciones de unos cuantos cientos de miles de euros para medios que publiquen sólo en gallego y también he leído que la Consellería se va a gastar 200.000 euros para que desde la Red Normalizadora que acaban de poner en marcha, se intente cambiarles el idioma a los jóvenes de las ciudades que hablan español. En este caso los beneficiados serán, es de suponer, las editoriales de turno con alguna ocurrencia al estilo de la grimosa e insultante Comedia bífida, publicada por la editorial Galaxia y promocionada por la Xunta el curso pasado. Os diré que la Red en cuestión tiene su propio organigrama de comisiones, directivos etc, es decir, más carguitos y también más gastos, supongo. Eso sólo esta ultima semana, no os pongo los enlaces para que nos os envenenéis, algunas de esas ayudas van a parar directamente a manos de colectivos radicales, ahí queda eso. Ya veis, no hay para pan pero sí para estampitas, figuritas y algún que otro figura.