Este mes se cumplen dos años desde el día de la manifestación que Galicia bilingüe celebró en Santiago de Compostela para pedir libertad de elección de lengua. Como muchos recordaréis, sucedió un domingo de temporal un mes antes de las elecciones autonómicas que llevaron al poder al partido que estaba en la oposición. Muchos de sus dirigentes estaban allí caminado bajo la lluvia con nosotros, ocupaban la segunda fila pero alguno asomaba la cabeza hasta conseguir aparecer fotografiado junto a los padres que sujetaban la primera pancarta. ¡Cómo son los políticos! a veces resultan incluso un poco infantiles. Mirando las fotos de ese día alguno me recuerda aquellas fotos antiguas con paisajes o personajes fingidos que tenían un hueco por el que el fotografiado sacaba la cabeza, así un humilde oficinista aparecía posando ante el palacio de Versailles o una tranquila madre de familia se veía como una mosquetera intrépida. Me pregunto ahora si su expresión de entusiasmo se debía a un mimetismo con el ambiente de emoción que sentíamos los miles de personas que habíamos logrado llenar la emblemática plaza de la Quintana sin medios, casi con el boca a boca, sobreponiéndonos a las amenazas de los radicales nacionalistas los días previos y esquivando los objetos que nos lanzaban a lo largo del trayecto, o bien si su alegría de debía a la certeza de que aquella exhibición de rebeldía ante la imposición les reportaría unos votos muy necesarios para llegar al poder; además, los informativos habían ofrecido las imágenes de los sucesos y eso no beneficiaba en absoluto a los que estaban gobernando. Es probable que algunos de aquellos dirigentes se hubieran creído ellos también las promesas de Feijoo, pero si su actitud hubiera sido firme y enérgica con el líder de su partido cuando se constató el engaño, tal vez la sociedad civil no tendría que estar reclamando ahora, dos años después de su llegada al poder el cumplimiento de esas promesas.
Son tantos los recuerdos de ese 8 de febrero, tantas las anécdotas...algún día espero poder relatarlas. Todavía de vez en cuando alguien nos escribe para contarnos cómo tuvo que sortear las barricadas con neumáticos en llamas que habían colocado en las entradas a la ciudad, o lo que vivió en algún punto concreto de la manifestación, incluso hay quien guarda como recuerdo una canica de las que habían esparcido los radicales en las escaleras que dan acceso a la Quintana por la puerta de Platerías para que nos rompiéramos las crisma. Lo curioso es que todos lo recuerdan como yo, como un día especial y bello a pesar de todo.
Una de esas personas es una madre que vive en una ciudad gallega, se llama Marta; se acercó a nosotros al final de la manifestación para saludar y esa noche nos escribió diciendo que le había impresionado lo pálida que me encontró y el miedo que percibió en mí. La semana pasada volvió a ponerse en contacto con nosotros, esta vez por teléfono. La conversación comenzó con unas palabras que oímos a menudo de boca de los padres: “estoy harta”.
Una de esas personas es una madre que vive en una ciudad gallega, se llama Marta; se acercó a nosotros al final de la manifestación para saludar y esa noche nos escribió diciendo que le había impresionado lo pálida que me encontró y el miedo que percibió en mí. La semana pasada volvió a ponerse en contacto con nosotros, esta vez por teléfono. La conversación comenzó con unas palabras que oímos a menudo de boca de los padres: “estoy harta”.
Como muchos otros, Marta le ha comprado a su hijo de once años el libro de Conocimiento del medio en español. La asignatura todavía solo se puede enseñar en gallego pero Marta ha comprobado que el niño aprende mejor las lecciones en su idioma; además ella prefiere que todos esos términos nuevos los aprenda en español. Esa es otra promesa que se evaporó: poder elegir el idioma de los libros, y mira que lo tuvimos al alcance de la mano, pero tras una reunión con la asociación gallega de editores el gobierno se volvió atrás. Muchos padres lo hemos hecho de todos modos y hemos encontrado profesores comprensivos pero otros no han tenido esa suerte. Por las cartas y llamadas que recibimos de los padres estamos comprobando que hay muchas diferencias entre los colegios. Marta acabó por tirar la toalla cansada de que al niño no le dejaran leer nunca en clase. Si les compras todos los libros en gallego, sin embargo, no pasa nada; en muchos, muchísimos colegios e institutos se han repartido gratuitamente o a un precio simbólico los libros en gallego que quedaron de años anteriores para todas las asignaturas aprovechando la crisis y se usan en clase sin problema.
El derecho a realizar los exámenes y trabajos en cualquiera de los dos idiomas sí está reconocido de forma clara en el nuevo Decreto y el presidente de la Xunta presume de ello cuando lo entrevista algún medio nacional, pero Marta nos dice que si su niño hace el examen en español le descuentan puntos por las falta de ortografía, mientras que si lo hace en gallego no se las corrigen y además obtiene puntuación de premio. Marta nos dice que ella y su hijo se sentaron a hacer cuentas y decidieron que prepararían la materia en español en casa, y que el examen lo haría “en lo que salga”, si haces números así saca mejor nota, explica, además, al fin y al cabo todos los niños de su colegio son castellano hablantes y acaban haciendo los exámenes en un chapurreo de las dos lenguas. Pero la tarde en que Marta nos llamó, la profesora le había devuelto al niño un trabajo que le había costado mucho terminar sin habérselo puntuado porque lo había hecho en español. No le bajaron la nota, sencillamente no hubo nota, como si no lo hubiera hecho, y Marta explotó. Nos llamaba pidiendo que le dijéramos qué parte del Decreto le reconoce a su hijo ese derecho, había pedido cita en el colegio al día siguiente y estaba decidida a protestar. Se lo enviamos por correo electrónico. Todavía no nos ha dicho cómo le ha ido. Por experiencia sabemos que a veces los padres van muy decididos al colegio pero al final no se atreven a dar el paso y en ese caso les da apuro contarlo. Es la paz lingüística de la que presume la Xunta, el silencio de muchos padres que temen que sus hijos se signifiquen. Esperaré unos días más para llamarla. Ya os contaré.
Versión en galego
Versión en galego
Bienvenida a la "blogocosa", Gloria, ya he puesto el enlace a tu blog en mis favoritos. ;-)
ResponderEliminarMe alegro que hayas dado el paso de abrir blog. Te seguiremos más de cerca, estaremos mejor informados.
ResponderEliminarY digo lo mismo que Elentir.
Pues después de Elentir, voy a ser yo la que te deje un mensaje de ánimo y con deseos de larga vida para tu blog.
ResponderEliminarLeyendo este relato pienso que todos somos Marta, al menos muchos padres y madres que sufrimos la imposición lingüística, ahora la de Feijóo y la del PP: que estamos hartos de que se nos impida disfrutar de los derechos que la Ley nos reconoce (me refiero al artículo 13 de la Ley de Normalización Lingüística y a las doctrinas del TC y del TS), y que padecemos el hándicap y el sobreesfuerzo que supone tener que estar estudiando coñecemento y otras asignaturas con un diccionario al lado, y ver como nuestros hijos aprenden menos de lo que aprenderían si estudiaran en su idioma propio. Mis padres me ayudaban a estudiar en el idioma que hablábamos en casa: eso en Galicia está prohibido en la mitad de las asignaturas. Y se ha demostrado que la ayuda de los padres en el estudio es uno de los factores más relacionados con el éxito escolar. Feijóo y el PP deben pagar por el daño que nos están haciendo, a todos los gallegos. Gracias a todos los de GB por abanderar esta lucha.
ResponderEliminarGloria, creo que gracias a que mi hija hace el examen de conocimiento en Español, esta sacando estupendas notas. Le resulta mucho más facil memorizar (chapar) el texto en español. Algunos compañeros de clase, le pidieron fotocopias de su libro en español, para estudiarse el ultimo tema. Así son las cosas...
ResponderEliminarArtemio
pois se a tua filla non e capaz de estudiar nun idioma tan semellante ao castelan non creo q chegue a moito
EliminarEnhorabuena por tu blog. ¿Dónde escondes tu fábrica de tiempo?, porque necesariamente has de tener una...
ResponderEliminarUn cordial saludo Gloria, a favoritos el blog.
ResponderEliminarBienvenida, Gloria a la "blogosfera". Y darte las gracias por el papel que estás desempeñando en la defensa de la Libertad.
ResponderEliminarSólo puedo decirte, muchas gracias Gloria!!Gracias por continuar al frente de este proyecto, gracias por seguir defendiendo nuestros pensamientos y nuestros derechos.
ResponderEliminarÁnimo!
Yo también pongo el blog en Favoritos, para venir todos los días, y enterarme cuando desde Madrid los que no somos nadie podamos echar una mano.
ResponderEliminar¡Un fuerte abrazo!
eso desde madrid q nos digan facer o de sempre
EliminarEncantada de poder leerte, aquí tienes una fan incondicional ¡gracias por tu tiempo!
ResponderEliminarSoy gallego "consorte". Me hice socio de Galicia Bilingue, cuando vi como os maltrataban los "nazionalistas". Por un momento estuve a punto de ir a vivir con mi familia a Vigo, instalar mi empresa allí y disfrutar todo el año de esa tierra. Y ahora cada vez que veo a Feij009 en cualquier medio de comunicación, le doy las "gracias" por no poder vivir en la tierra de mi mujer y a la que también considero mia. Mi hija echara raices aquí y mi sueño creo que ya no se verá cumplido. ANIMO DESDE MURCIA
ResponderEliminarmellor queda en murcia non precisamos a mais xente de fora q nos diga como facer as cousas, con persoas q se din galegas de gb xa temos suficiente
EliminarSimplemente una muestra mais da miseria politica, que nos rodea, no que as promesas esfumanse coma se fose neboa, no que en situacions coma esta nuestros politicos fijan la mirada en un eclipse lunar y asombrados de semellante beleza olvidanse da sua ocupacion e obligacions e a deixar que pase el tiempo, unha vergoña mais das que rodean habitualmente a nosa sociedade, por desgracia, Felicidades por el articulo.
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