miércoles, 23 de agosto de 2017

Sobre los atentados en Cataluña y la presencia del Rey en la manifestación


Me gustó  el mensaje de condena por los atentados en Cataluña que publicó la Casa del Rey en redes sociales. Me ha parecido un acierto ese lenguaje cercano y más implicado, más valiente. 

"Son unos asesinos, simplemente unos criminales que no nos van a aterrorizar. Toda España es Barcelona. Las Ramblas volverán a ser de todos". 

No coincido con quienes, como los Reyes, dicen que nos nos van a hacer sentir miedo, que nos les tememos, porque creo que nos tienen bien atenazados, pero comprendo que es la frase que toca y, si a alguna gente le hace sentir mejor, pues que la digan y la coreen.

Me dice una amiga que vive cerca de Barcelona, que teme la imagen de una manifestación el sábado, con el Rey rodeado de banderas independentistas. Muchos en Cataluña creen que le están preparando una encerrona. Probablemente así sea. Estos lo aprovechan todo y son expertos en manipular. Para muestra el "No tinc por" preparado por la ANC. Pero lo dicho, creo que Don Felipe lo está haciendo muy bien estos días. Me gustó verlo en el minuto de silencio, me sentí representada.

PD. Recién concluida la manifestación, he de decir que las pitadas al Rey, y las pancartas insultantes distribuidas de manera orquestada, han sido difíciles de digerir y entristecen, pero creo que han reforzado la figura de Felipe VI ante los españoles. Había que estar allí, y lo ha hecho. Tanto derecho tiene él a pisar suelo barcelonés, como cualquier persona de la CUP. Barcelona, Cataluña, son su país, mi país. Él Rey hoy nos representaba a todos los que no hemos podido acudir, decía por nosotros que sentimos mucho lo que ha pasado, y también que no dejamos de decirlo pese a que quieran boicotear nuestra presencia, que no nos rendimos.





Me ha llenado de preocupación este comunicado publicado por la Policía Nacional y la Guardia Civil. Estos días, con la información que nos va llegando, es inevitable pensar que ha sido un error dejar la lucha antiterrorista en manos del gobierno autónomo de Cataluña; en realidad siempre he creído que fue un tremendo error que se creara una Policía catalana, pero si este comunicado no provoca una ola de indignación y un cambio de actitud en nuestro gobierno central, la verdad es que dan ganas de apearse. 


No podré publicar comentarios.
Hasta pronto.




5 comentarios:

  1. “Recuerde el alma dormida, avive el seso y despierte contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando, cuán presto se va el placer, cómo, después de acordado, da dolor, cómo a nuestro parecer, cualquier tiempo pasado fue mejor”. Jorge Manrique

    Sirva esta desgarradora y lacrimógena crónica como terapia unipersonal para una España que nos parte el corazón. Aunque la invisibilidad del comentario le permita a uno venirse arriba y tratando de sacar lo mejor que llevo dentro, decir de una vez lo que pienso. Luego existo. Y seamos sinceros, la pasta que me voy a ahorrar esquivando la visita al psicólogo. Por mucho que duela, voy a ser franco (con minúsculas, uno es pequeñito y con voz de pito, pero por suerte no nací en el Ferrol del caudillo y tipógrafo Pablo Iglesias, sino en el barrio obrero del Calvario) y siento decirlo, pero cuanto más atacan a España, más español me siento. Tengo aversión al nacionalismo y cada día que pasa, más. Y visto lo de ayer en Barcelona, muchísimo más. La repulsión que me produce el feminismo es más reciente, pero tiene pinta de convertirse también en persistente. Y para que nos vamos a engañar, la verdad, la cruda realidad, es que lo estamos haciendo mal, rematadamente mal. En Cataluña, para empezar. En Galicia lo estamos haciendo mucho peor, pero eso ya es otra historia, una historia para no dormir. Pero volviendo al país del 3%, se lo estamos poniendo muy fácil a los secesionistas. En cualquier país europeo, el gobierno regional llevaría unos meses a la sombra. La Televisión de las Mil Colinas (o TV3) estaría cerrada y sus periodistas (por llamarles algo) bajo arresto domiciliario. Y la cúpula delictiva de los Mossos estaría en busca y captura. Ya estamos viendo las consecuencias de no hacer nada. Que los que odian a España se sienten fuertes y están dispuestos a casi todo (menos a que le toquen el “patrimoni”) con tal de lograr la independencia. ¿Está Rajoy dispuesto a casi todo, tiene intención de aplicar el artículo 155, o mejor aún, sopesa que el Ejército tome el control en la región irredenta? “Las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional”. (Constitución Española, título preliminar, artículo octavo, párrafo primero).
    Y también se lo estamos poniendo muy fácil a los terroristas. La ausencia de bolardos es la evidencia de la inutilidad de las autoridades barcelonesas y catalanas. Lo que vino después, es el reflejo de la indolencia de las autoridades españolas, cuando una policía regional se arrogó competencias exclusivas en temas de terrorismo. La manifestación de ayer en Barcelona era lo esperable, no le han faltado el respeto al Rey, nos han insultado a todos los españoles. Y como a río revuelto, ganancia de pescadores, salen impresentables de diferente calibre diciendo que el Islam es una religión de paz. ¡Hay que joderse con estos hijos de…..Mahoma! No sabe uno si son más que tontos, ignorantes. No hace falta más que echarle un vistazo a los informativos para ver como algunos en nombre de esa religión tan pacífica le rebanan el gaznate al prójimo. Sirva como ejemplo “El Cordobés”. El torero, no. El hijo de la Tomasa, el de los memes.

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  2. No tengo intención de llevar el agua a mi propio molino y seguramente nadie con dos dedos de frente encontraría relación alguna entre el terrorismo y la imposición lingüística, pero ya que estamos en el lado oscuro del comentario, con un poco de imaginación y algo de mala leche podríamos entresacar un denominador común: el odio. Unos odian a los cristianos (que quede claro que cristiano es cualquiera que no profesa la fe islámica) y otros odian a los crucificados que a pesar de la imposición, seguimos manteniendo la fe en nuestra lengua materna. Mi lengua materna es el gallego, pero antes me paso al swahili que permitir que estos politicastros hagan del idioma bandera, como en Cataluña, y palanca para la secesión. España es un país sin ley. Grupos de forajidos organizados se la saltan a la torera (la ley) sin sufrir siquiera leves consecuencias. Si en Cataluña el gobierno autonómico hace de su capa un sayo, si los podemitas han conseguido meterle el miedo en el cuerpo a toda la casta política, si las feministas defienden a una mujer (dicho sea sin ofender, pero mentalmente inestable) que decide secuestrar a sus propios hijos (en E.E. U.U. la misma ocurrencia le costó a una ciudadana española catorce años de cárcel), ¿por qué van a ser los musulmanes los únicos que cumplan la ley en España?
    También existe odio en el feminismo, otra lacra que sacude este verano las vacaciones de los españoles. Se odia al hombre, pero sobre todo se odia a las mujeres que se muestran reacias a asumir el credo “yihadista” del feminismo. El feminismo no ataca al hombre, ataca a la humanidad, se inventan una supuesta mentalidad heteropatriacal que les da licencia para disparar a todo lo que se mueve y que no le resulta políticamente correcto; pero es bastante más pusilánime para atacar al Islam, que como todo el mundo sabe es una religión que al hombre le prohíbe bastantes cosas y a la mujer, todas. Ser mujer en un país musulmán es una tortura, el colmo de la infelicidad, donde la sumisión al hombre es ley, la imposición del velo, principio. Y final. No hay ninguna mujer musulmana que se ponga el velo con libertad. Y la que lo diga, miente. Las feministas no defienden a las mujeres, simplemente se dedican a mantener un estilo de vida que le da pingües beneficios, económicos y mediáticos. Es puro postureo, algo tan falaz como escuchar a nuestra clase política hablando en gallego (en público) y a las primeras de cambio, cuando se apagan los focos, se pasan al español.
    Algunos se habrán caído de un guindo, pero hemos visto como muchos de los jóvenes que participaron en los atentados de Barcelona y Cambrils no eran los parias de la tierra, no estaban excluidos de la “sociedad del bienestar”, tenían empleos normales, coches normales (y alguno tenía un coche incluso más normal de habitual, el BMW de Cambrils). Lo cierto, es que tanto nacionalistas, como yihadistas, como populistas (y no me atrevo a catalogar así a las feministas, pero casi) están cortados por el mismo patrón: el fanatismo.
    Hasta el político más lerdo, quizás con la excepción de Alberto Garzón, asume que el multiculturalismo resulta contraproducente. La homogeneización de una sociedad, tanto en la lengua, como en la cultura, es la base de un estado moderno. Si ya resulta complicado pensar en la asimilación de los refugiados que están por llegar, que alguien nos explique cómo españoles de segunda y tercera generación, plenamente integrados, pueden alquilar una furgoneta y pasarle por encima a todo el que se ponga por delante. Por más vueltas que le doy, sigo sin entenderlo.

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  3. La riqueza cultural de un país, la fuerza laboral que mueve a la sociedad, viene dada por grupos heterogéneos que caminan hacia el bien común. El respeto de las mayorías a las minorías es la base de nuestro ordenamiento democrático. Nos está costando mucho integrar a los populistas, que intentan ganar una guerra, ochenta años después de haberla perdido. Nos va a costar, nos está costando integrar a los emigrantes de religión musulmana. Y dudo que algún día integremos en nuestra sociedad a las feministas, que pretenden poner de rodillas a media población. Es una opinión, tal vez fuera de contexto. Y como nadie la va a ver, sirva de desahogo.
    Las autoridades desconocen el adoctrinamiento que se da en las mezquitas. Dicen que controlan a los más radicales. El otro día lo explicaba un delegado sindical de las fuerzas de seguridad, que para poner un seguimiento a un solo imán se necesita de al menos ocho policías. En España hay cientos de imanes (y dos millones de musulmanes), harían falta miles de policías para controlarlos. Y no los tenemos. Hablando en román paladino, estamos jodidos.
    Después de lo visto ayer en Barcelona he perdido toda esperanza. 2017, Año Mariano. Pobre España, ultrajada y arrastrada por el fango. Haría falta que un peso pesado de la política europea (no creo que haya ningún político español con agallas para hacerlo) diera un golpe en la mesa y tratara de encauzar el rumbo de este barco que va a la deriva sin remisión, derecho hacia los peñascos. Que dijera o dijese algo así: ¡Españoles, poner coto al desenfreno autonómico, acabad con el populismo, recuperad competencias en materias policiales, recuperad competencias en materias educativas Y si no es mucho pedir, españoles, recuperad el sentido común y recuperad la conciencia!
    ¡¡¡Y hacedlo ya!!!

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  4. ¿Pancartas insultantes distribuidas de manera orquestada?

    ¿Qué pancartas?

    http://www.publico.es/tremending/2017/08/27/atentados-en-catalunya-el-extrano-caso-de-las-banderas-estelades-en-la-manifestacion-de-barcelona/

    http://twistedsifter.com/2012/02/famously-doctored-photographs/


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  5. Sra. Lago, Felipe, Mariano... no fueron a la manifa de Barcelona para representarla a usted y a los ciudadanos, sino para representar a las instituciones e ideologías de su cuerda que ellos representan. Tanto derecho tienen ellos a exhibirse como los demás a hacerlo desde otro punto de vista. Además las pancartas criticaban el compadreo de estos políticos con los jefes financiadores del yihadismo internacional para dedicarse a la venta de armas con la finalidad de usarlas en sus guerras.

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