sábado, 25 de junio de 2016

Siempre me quedará Brighton







Al menos me queda este consuelo: en mi querido Brighton se votó mayoritariamente a favor de la permanencia en la UE. 

Ayer por la mañana hice esta foto durante mi primer paseo del verano por la playa de Samil. 


No es una panorámica de la playa, porque había gente paseando y no vas a molestar, pero se ven las Islas Cíes al fondo, y el agua fresquita, y el cielo azul...


Este es un rincón de mi playa favorita, Playa América. Tomé la foto la semana pasada desde el paseo de madera junto al río que desemboca en la playa. 


Y esta es la última foto que hice en la playa de Brighton en febrero. Ya sé que no es lo mismo, que el agua no es tan cristalina y que en vez de arena fina hay guijarros. Uno de ellos lo tengo aquí, sobre mi mesa, haciendo las veces de pisapapeles, pero quiero esta playa, con sus guijarros y su viento peleón. Y quiero a Inglaterra, aunque muchos me digan que es una aberración, que a los españoles siempre nos han "hecho la puñeta".
                         



  Esta es Georginah. No la conocía hasta que ayer leí una crónica que escribió para La Voz de Galicia. Es asturiana, vive en Reino Unido, y su relato de lo que está pasando en su país de acogida fue lo que me movió a escribir esta entrada. Os dejo el enlace a continuación. Yo no percibí en Brighton lo que ella cuenta, me refiero a lo que nos explica sobre una creciente xenofobia en Gran Bretaña, aunque es cierto que la última vez que estuve allí, los informativos hablaban de agresiones a jóvenes españoles en otras ciudades de Reino Unido. Pero sí conocía lo que ella relata sobre el sistema educativo, lo viví en un colegio inglés con el que organicé un intercambio hace unos años. Toda esa estupidez burocrática la están ahora copiando aquí. Una lástima. 

 Tú eres una buena persona pero los tuyos vienen a robar

 Despido este post deseando que tengáis una feliz semana. No podré publicar comentarios. Bueno, excepto el de Don Julio, claro. Un abrazo a todos.

     EU referendum results and maps     EU referendum charts and maps 

Otros post de este blog sobre Brighton:  Un paseo por Brighton     Estamos en Brighton


1 comentario:

  1. Siempre tuve la certeza que los británicos acabarían por irse. No es que yo sea más listo que los encuestadores británicos, lo cual tampoco es muy difícil, pero salvo el día en que un loco mató a tiros a la desdichada Joanne Cox, en que me asaltaron ciertas dudas, siempre vi claro que el exit estaba cantado. Por eso no entendí como los agresivos ejecutivos europeos pocos días antes del referéndum apostaban todo a una carta en una vorágine especulativa que daba por seguro que los británicos no saldrían de Europa. Llegamos a una conclusión fascinante, los mercados saben muy poco del presente, pero son totalmente incapaces de anticipar el futuro. Recomiendo tomar buena nota de esas calamidades económicas y ruego humildemente a todo biennacido para que no vuelva a depositar ni un mísero euro en esas entidades financieras. Ni tan siquiera una libra. Han demostrado ser unos botarates, unos Cameron´s de las finanzas. Y es que estábamos tan centrados en el proceso electoral español que nos olvidamos de que los británicos también votan y el viernes nos levantamos y perdimos pie. ¡Europa se ahoga! Parece que ya poco importa lo que hagamos los españoles este domingo. Y la cuestión es que importa y mucho. Lejos de los cantos de sirena de los euroescépticos, España se la juega este domingo. Ya es imposible saber la influencia que tendrá entre los votantes hispanos el Brexit, pero sin duda la tendrá. Yo de ser británico (y rico) también hubiera votado por irme. Lo triste es que los que han votado “Leave” son los pobres, que al final van a ser los que más sufran. Mientras, en España las encuestas vaticinan otro escenario infernal. La ciencia demoscópica avanza que es una barbaridad, pero tras el castañazo inglés que nadie se haga ilusiones. El problema lo tenemos cuando las encuestas se realizan no para comprobar el pulso del país, sino con la intención de influir en sus decisiones. ¿Podemos, con perdón, fiarnos de las encuestas españolas? Rotundamente, no. Aquí en España, la cosa puede ser igual o peor, los sondeos predicen una tendencia al alza del Partido Popular y un estancamiento de Podemos, con lo que me temo que podemos, con perdón, encontrarnos el apocalipsis populista a la vuelta de la esquina. ¡Dios nos pille confesados! Después de la abrupta salida del Reino Unido de la Unión Europea, esa costumbre tan british de poner el Canal de la Mancha por medio, sin decir ni adiós, ni un triste hasta luego, ya tenemos a los secesionistas patrios con el cuchillo entre los dientes. El estado plurinacional y el derecho a decidir son dos de las múltiples soplapolleces que pregonan los de Podemos. Cataluña se quiere ir para no pagar a los haraganes del sur pero conservando el mercado cautivo hispano. Lo más chocante es que haya mesetarios - con coleta - que les compran el mensaje. Y no digo más, pero si a muchos españoles les duele pagarle la juerga a extremeños y andaluces, que son como nosotros, pero con más salero, imaginen lo que le puede costar a un dinamarqués (Telecompostela, dixit) pagar la juerga de los países del sur, esa troupe de naciones como Grecia, Italia, Portugal y España, que ni sabe quiénes somos, ni nos entiende, ni nos comprende. Ni pretende entendernos ni comprendernos. La clave está en que después del Brexit los políticos españoles piden “más Europa”, pero dentro de España hay regiones que se quieren ir. No de Europa, se quieren ir de España. La espiral de violencia que nos puede llevar a la pretendida secesión en Cataluña, País Vasco y Galicia puede dejar en un chiste al Brexit. Y hablando de chistes, mañana tenemos que votar. Después de la montaña rusa del Brexit, con la que nos hemos divertido de lo lindo, mañana toca la ruleta rusa nacional. Les confieso un secreto, son casi las ocho de la tarde y no tengo ni idea de a quién votar. Y no soy el único.
    Un grupo de indecisos intentaremos mañana a primerísima hora .................................

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