Las últimas semanas hemos escuchado por parte de los creadores de opinión que no habría plebiscito en Cataluña. Esta vez no podrían los nacionalistas catalanes volver a humillarnos a todos los españoles como hicieron hace dos años. Esta vez el estado había tomado medidas, teníamos cientos de agentes del CNI trabajando en Cataluña para impedir la consulta, habíamos enviado a las Fuerzas del Orden en número de varios miles para impedir otro bochorno y el enésimo hazmerreir por parte de Puigdemont y sus cuates hacia todos los españoles. Incluso Rajoy empeñó el poco prestigio que le queda en asegurar que el 1 de octubre no habría referéndum. Según no se cansaban de repetir tanto desde el gobierno como desde sus terminales mediáticas, los golpistas no tenían urnas, no tenían censo y no tenían papeletas, y lo que es peor, los participantes se arriesgaban a duras penas económicas e incluso a la cárcel. No ha servido de nada, los catalanes han calado desde el principio la congénita debilidad del gobierno español y que la Generalidad no jugaba de farol, tenía la firmeza resolutiva de la que siempre han carecido los acomplejados gobiernos de la nación y la superioridad moral de un colectivo enfrentado a un hecho histórico. Una sociedad enferma de narcisismo, educada en el odio a los españoles sale victoriosa en el envite. Otra vez una región sediciosa nos la ha vuelto a meter doblada a todos los españoles. Y lo que es peor, y para vergüenza de tirios y troyanos, parece que les va a salir gratis. Una vez más. Hoy, víspera de la gran humillación que viviremos mañana, miles de españoles saldremos a las calles de nuestros pueblos para que por lo menos alguien se entere que todavía quedamos algunos - pocos y en ocasiones mal avenidos - a los que nos duele España. Pero ya es tarde, muy tarde. Mariano Rajoy pasará a la historia como el gobernante que permitió que un grupo de sediciosos se riera de toda España. Cierto es que la culpa la tiene el que cedió a la Generalidad la educación hace ya muchos años, si no recuerdo mal creó que el responsable fue un tal Otero Novas. De nada ha servido la equidistancia, la permanente cesión de competencias para aplacar a la bestia nacionalista, la cobardía innata que aqueja a gran parte de la derecha española, que incluso desde el poder es incapaz de implementar sus principios, suponiendo que la derecha española tenga principios, que viendo lo que han hecho los últimos meses, pongo en duda. Uno tiene todavía la esperanza - imagino que totalmente descabellada - de que más pronto que tarde se someta a los líderes catalanes a un proceso depurativo que dé con sus huesos en Soto del Real. No hay democracia en el proceso degenerativo que arrastramos desde hace décadas. Ya lo decía el flamante alcalde de la primera ciudad galaica, Abel Caballero, que en los lejanos tiempos dictatoriales se votó muchas veces y según dicen los que han resucitado a Franco, que el ferrolano no era precisamente un demócrata. El referéndum no va a hacer de Cataluña un referente democrático a nivel mundial, pero dejará a España a los pies de los caballos. Por desgracia, estamos viviendo momentos históricos, una España que desaparece para nunca más volver. Ya sabemos lo que pasará mañana, y la única duda que podemos albergar es lo que pueda pasar pasado mañana. Pero que nadie se altere, evidentemente lo peor está por venir. España está rota, pero no porque un comunidad caprichosa pretenda más privilegios que el resto, sino porque los españoles, no hemos sabido defender lo nuestro. El día 2 de octubre ya no habrá diálogo posible con la pérfida comunidad, de nada servirá ofrecerles más competencias para que no se vayan, porque - para nuestra desgracia - ya se habrán ido. No hemos defendido el idioma que nos une, no hemos defendido una historia épica que es un referente para todos. Queda una Cataluña heroica que sigue resistiendo en un clima enrarecido, hostigada por los talibanes vernáculos y olvidada por el gobierno de todos los españoles……… y a punto de capitular. España ha muerto. ¡Viva España!
NacióDigital.Cat - La retirada de la bandera espanyola de l'Ajuntament de Manresa ha estat fruit d'una negociació que han dut a terme les forces independentistes del govern municipal, format pel PDeCAT i ERC, i la CUP, que consideren que "arribats a aquest moment, la bandera espanyola no representa aquest ajuntament".
España ha muerto.
ResponderEliminarLas últimas semanas hemos escuchado por parte de los creadores de opinión que no habría plebiscito en Cataluña. Esta vez no podrían los nacionalistas catalanes volver a humillarnos a todos los españoles como hicieron hace dos años. Esta vez el estado había tomado medidas, teníamos cientos de agentes del CNI trabajando en Cataluña para impedir la consulta, habíamos enviado a las Fuerzas del Orden en número de varios miles para impedir otro bochorno y el enésimo hazmerreir por parte de Puigdemont y sus cuates hacia todos los españoles. Incluso Rajoy empeñó el poco prestigio que le queda en asegurar que el 1 de octubre no habría referéndum. Según no se cansaban de repetir tanto desde el gobierno como desde sus terminales mediáticas, los golpistas no tenían urnas, no tenían censo y no tenían papeletas, y lo que es peor, los participantes se arriesgaban a duras penas económicas e incluso a la cárcel. No ha servido de nada, los catalanes han calado desde el principio la congénita debilidad del gobierno español y que la Generalidad no jugaba de farol, tenía la firmeza resolutiva de la que siempre han carecido los acomplejados gobiernos de la nación y la superioridad moral de un colectivo enfrentado a un hecho histórico. Una sociedad enferma de narcisismo, educada en el odio a los españoles sale victoriosa en el envite. Otra vez una región sediciosa nos la ha vuelto a meter doblada a todos los españoles. Y lo que es peor, y para vergüenza de tirios y troyanos, parece que les va a salir gratis. Una vez más.
Hoy, víspera de la gran humillación que viviremos mañana, miles de españoles saldremos a las calles de nuestros pueblos para que por lo menos alguien se entere que todavía quedamos algunos - pocos y en ocasiones mal avenidos - a los que nos duele España. Pero ya es tarde, muy tarde. Mariano Rajoy pasará a la historia como el gobernante que permitió que un grupo de sediciosos se riera de toda España. Cierto es que la culpa la tiene el que cedió a la Generalidad la educación hace ya muchos años, si no recuerdo mal creó que el responsable fue un tal Otero Novas. De nada ha servido la equidistancia, la permanente cesión de competencias para aplacar a la bestia nacionalista, la cobardía innata que aqueja a gran parte de la derecha española, que incluso desde el poder es incapaz de implementar sus principios, suponiendo que la derecha española tenga principios, que viendo lo que han hecho los últimos meses, pongo en duda.
Uno tiene todavía la esperanza - imagino que totalmente descabellada - de que más pronto que tarde se someta a los líderes catalanes a un proceso depurativo que dé con sus huesos en Soto del Real. No hay democracia en el proceso degenerativo que arrastramos desde hace décadas. Ya lo decía el flamante alcalde de la primera ciudad galaica, Abel Caballero, que en los lejanos tiempos dictatoriales se votó muchas veces y según dicen los que han resucitado a Franco, que el ferrolano no era precisamente un demócrata. El referéndum no va a hacer de Cataluña un referente democrático a nivel mundial, pero dejará a España a los pies de los caballos. Por desgracia, estamos viviendo momentos históricos, una España que desaparece para nunca más volver.
Ya sabemos lo que pasará mañana, y la única duda que podemos albergar es lo que pueda pasar pasado mañana. Pero que nadie se altere, evidentemente lo peor está por venir. España está rota, pero no porque un comunidad caprichosa pretenda más privilegios que el resto, sino porque los españoles, no hemos sabido defender lo nuestro. El día 2 de octubre ya no habrá diálogo posible con la pérfida comunidad, de nada servirá ofrecerles más competencias para que no se vayan, porque - para nuestra desgracia - ya se habrán ido. No hemos defendido el idioma que nos une, no hemos defendido una historia épica que es un referente para todos. Queda una Cataluña heroica que sigue resistiendo en un clima enrarecido, hostigada por los talibanes vernáculos y olvidada por el gobierno de todos los españoles……… y a punto de capitular. España ha muerto. ¡Viva España!
NacióDigital.Cat - La retirada de la bandera espanyola de l'Ajuntament de Manresa ha estat fruit d'una negociació que han dut a terme les forces independentistes del govern municipal, format pel PDeCAT i ERC, i la CUP, que consideren que "arribats a aquest moment, la bandera espanyola no representa aquest ajuntament".
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?time_continue=2&v=E8-_NVYAOdQ