domingo, 17 de julio de 2016

De Villalpando a La Coruña








Voy a darle un descansito al blog hasta septiembre. Hay que desconectar. Este verano no habrá viaje, que tenemos que ahorrar, nos quedaremos por aquí descansando y preparando cosas nuevas. Sólo hemos hecho una breve escapada el fin de semana pasado, como os comenté, para ir a Madrid a "confabular". Tanto a la ida como a la vuelta, nos alojamos en una posada preciosa que está en Villalpando, a dos horas de Madrid. Cuando os desplacéis a la capital de España desde Galicia, si vais con tiempo y no tenéis que llegar muy temprano, os sugiero que hagáis noche en este lugar; el viaje se hace más ligero y podréis descansar a gusto en un lugar entrañable.
Como os decía, volveré en septiembre a no ser que suceda algo extraordinario. Si queréis estar informados sobre lo que sucede en torno a Galicia Bilingüe etc, podéis consultar la cuenta de twitter, también visible desde la columna derecha de este blog. La verdad es que últimamente no hemos parado. Un abrazo, que seáis muy felices.


Me encanta en paisaje de Galicia, los bosques, nuestras playas, las montañas verdes salpicadas de rocas, pero de vez en cuando me reconforta contemplar estos parajes llanos de tierra rojiza, y los pueblos que huelen a pan y a tienda antigua. Villalpando no es un lugar especialmente buscado por los turistas, pero a mí me encanta, en parte por eso, porque todavía es auténtico y te permite sumergirte en la vida de un pueblo con sus costumbres y su buena gente. En el pasado fue escenario de importantes acontecimientos así que conserva algunos edificios muy interesantes desde el punto de vista histórico, que necesitan casi todos ellos una buena inversión en su conservación. Podéis ver parte de ese patrimonio aquí.

El hotel donde nos alojamos es muy acogedor, hice algunas fotos de los dormitorios y del patio central con sus geranios, pero las tenéis mejores en su web. Se llama Posada de los Condestables y además de un restaurante con buena cocina, tiene un Spa con una masajista estupenda.

Villalpando tiene todos los ingredientes de los pueblos del interior que me gustan, las abuelitas sentadas a la fresca que te ofrecen conversación al primer guiño, las golondrinas que salen por cientos a jugar con el aire al anochecer y cuando despunta el día, el silencio de la noche, las panaderías de pan gramado,  y las tiendas añejas. Aquí encontré una que era un auténtico tesoro. Nunca había visto un colmado con tal mezcla de objetos, algunos a la venta, otros parte de la misma tienda, en un edificio tan singular.




Este señor es Juan de Prada, su propietario, que la heredó de su padre quien a su vez la regentó siguiendo la estela de padre, abuelo, bisabuelo y así, como mínimo, podríamos retroceder al siglo XIX. Aquí está Juan enseñándonos un libro de cuentas de 1837. También nos contó historias de otros tiempos, cuando Villalpando era un pueblo rico y bullicioso y su familia una de las más prestigiosas.


                                                  Una de las lagunas de Villafáfila. Ahí, a la izquierda, veis muy chiquitín un patito muy simpático que se acercó a saludar.

                                         
Me llamaron por teléfono mientras buscaba avutardas. No encontré ninguna pero sí pude ver garcetas. No sé por qué me hizo Jose esta foto, pero vista ahora, así, parece que estuviera vestida de camuflaje, ¡vaya hombre!


Había muchas cigüeñas en Villalpando. Esta pareja tan mona comparte edificio. Sus vecinos de abajo habían salido a dar una vuelta


Me gustan las palabras de Villalpando. "El sabor de antaño", ya no se estila hablar con estas palabras tan bonitas.


                                                Pegado en el cristal de una tienda. Zapatillas de esparto destalonadas.


                                           Fijaos qué nombres de calles más simpáticos






Y los bellísimos topónimos de la zona, Fresno de la ribera, Manzanal de los caballeros y tantos otros.



Pero este fue sin duda el indicador que más me alegró la vista. José Manuel me hizo una foto junto a esta reliquia, este auténtico lujo, un topónimo que ha resistido a la estupidez, a la dictadura ridícula de los memos normalizadores. Para celebrar el hallazgo le hice otra a él, que la ocasión bien lo merecía.

Feliz verano. Un abrazo.

1 comentario:

  1. No sin mi perro.

    En el día de hoy, 17 de julio de 2016, ochenta años después del comienzo de la guerra civil, cualquier persona decente (y yo evidentemente no lo soy) aprovecharía la coyuntura para escribir algo sobre el golpe de estado en Turquía (infaustamente fracasado, para que lo voy a negar), podría poner unas letras comentando el atentado cometido por un perturbado en Niza sobre el que tantas chorradas se están diciendo ( y donde para variar la izquierda española se lleva la palma) y donde queda meridianamente claro que aunque en Francia no se vendan armas, cualquiera que tenga ganas de hacer daño, lo puede hacer. Es la triste realidad, a la que tendremos que irnos acostumbrando. También podríamos hablar sobre el diletante Rajoy, que antes de recoger velas y hacer mutis por el foro, prefiere abocarnos a unas terceras elecciones en menos de un año. Se podría hablar de los que se alegran por la muerte de un torero en la plaza, sobre la necesidad de cerrar páginas web que glorifican el terrorismo y para no perder la costumbre, que mejor que alguien desde la junta de Galicia, esa pléyade pusilánime de estrafalarios conselleiros, tuviera la alborozada ocurrencia de hacernos felices a los gallegos cerrando Lavacolla. Pero tranquilos, que no caerá esa breva.
    En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo......perdón, quería decir, que a dìa de hoy me encantaría hablar de avutardas, de encantadores pueblos mesetarios, de señales de tráfico en la lengua vernácula, pero no puedo, estoy en Barra y es una pena que estando en un lugar tan paradisíaco, esté como siempre tan cabreado por culpa de cuatro irresponsables que consideran que la playa es suya y se vienen con sus mascotas a hacerle la jornada dominical imposible al resto de bañistas. El egoísmo de los dueños, la falta de urbanidad, el abuso ante la falta de legislación o su simple ignorancia cuando existe, nos hace sufrir a los habituales usuarios un problema sanitario, ya que los canes orinan y defecan en la arena (con la consiguiente proliferaciòn de agentes patògenos) y un problema de convivencia, ya que los dueños permiten que los canes se muevan en libertad por el arenal, provocando la correspondiente molestia al resto de usuarios. Por desgracia proliferan páginas web y foros de mascotas que invitan a ir con el perro a la playa, pero no con la idea de disfrutar de un día inolvidable con tu mascota, sino con la intenciòn de tomar por las bravas un lugar público y con la certeza de no ser sancionados. En Barra prima la ley del más fuerte, en este caso del más desahogado, que pretende hacer su santa voluntad, despreciando a sus semejantes y dando preferencia a su mascota sobre el resto de veraneantes. Hay una clara tendenca a personificar a las mascotas, a convertirlas en la prolongación de su dueño, pero los que buscan la conciliaciòn entre humanos y mascotas, tienen que entender que prime el respeto. Por mucho que uno tenga cariño a su perro, no deja de ser un animal que orina, defeca y ladra. En teoría, para eso está el dueño, teóricamente más racional que su mascota - en principio- para impedir comportamientos incìvicos.
    No se puede lanzar el órdago de que la playa es el hábitat natural de los perros en verano y que el perro tiene que estar libre y que somos las personas lad que tenemos que ser comprensibles ante las molestias perrunas. El límite está en el respeto. Respeto que por desgracia no se observa en Barra. Es más, si Barra fuera una playa habilitada para el uso y disfrute de mascotas, como las hay en otros sitios, lo primero que tendrìan que hacer sus dueños es llevar los animales atados y de tratarse de perros de grandes dimensiones, con bozal. Nada de esto se cumple en Barra, los perros andan sueltos por la playa, se meten en el agua como si fueran un bañista más y hacen sus necesidades donde creen conveniente.
    ¡¡¡¡¡Guauuuuuu!!!!! Que a gusto me he quedao.

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