viernes, 13 de mayo de 2011

RENGLONES TORCIDOS



Este miércoles mis alumnos pudieron aprender y disfrutar con las palabras de un conferenciante muy especial para mí y todo un lujo para un instituto. Darío Villanueva, Secretario de la RAE, les leyó y comentó La Aurora de García Lorca a los chicos de segundo de Bachillerato. Después de haber instalado a mis alumnos en silencio en sus butacas lo miré y le dirigí un saludo con el que pretendía presentarme como la alumna suya que fuí en primero de carrera. "Hola profe" le dije. Para mi sorpresa me reconoció. Con inteligencia, sensibilidad y ayudado por la cadencia de su voz consiguió algo poco habitual, que todos le escucharan en silencio, lo mismo sucedía en mi aula de la facultad, abarrotada  de alumnos incluso de algunos que no eran de ese curso. Vilanueva fue uno de mis dos profesores favoritos, el otro es Manuel Miguez, la persona que me enseñó a leer por segunda vez y a bucear en la literatura. Hilando pensamientos con recuerdos me acordé ayer de una clase en la que nos había explicado cómo Poe utiizaba un recurso literario, el stream of consciousness, después llevado a maestría por Joyce o Faulkner. Consiste, grosso modo, en plasmar los pensamientos de un personaje al mismo ritmo que se producen convirtiéndolo así en narrador de su propia mente. No narraré así esta entrada pero sí os invito a acompañarme en la sucesión de pensamientos que acudieron al sentarme ayer ante el televisor para ver las noticias de las tres.
Como era de esperar, el terrible terremoto de Lorca copó casi toda la información. La imágnes y los testimonios de sus habitantes me sobrecogieron como imagino os habrá sucedido a vosotros. Entre tanta tristeza y desolación el presentador introdujo un nota de esperanza al informar sobre las muestras de solidaridad que estaban llegando desde muchos lugares de España, de los vecinos de localidades cercanas que ofrecían sus casas a quienes en este momento carecen de un techo seguro bajo el que dormir, asearse o comer, y de las personas que llegaban en sus coches desde otras ciudades y pueblos con mantas, ropa y alimentos.
El nuestro es un país de contrastes, somos un pueblo de solidaridad apasionada, entre los más generosos ante un drama humano ocasional y sin embargo nuestras cifras de voluntarios en acción social están muy lejos de las de otros países europeos, donde es normal dedicar parte del tiempo libre a labores sociales y en favor de la comunidad. Esto es algo que me apena especialmente por los más jóvenes. Hace dos años mis alumnos recibieron unas charlas para fomentar el voluntariado. La respuesta fué paupérrima. Es necesario motivarlos con ejemplos de generoisidad, no con supuestos héroes que empuñaron armas, sino con aquellos que han dedicado sus vidas a mejorar las de los demás.
Ayer un grupo radical había convocado una huelga en la enseñanza pública de Vigo, Orense y Santiago, ciudades donde, al parecer, tienen una mayor infraestructura. Aunque tal vez no lo sepáis, cualquiera puede convocar una huelga de este tipo, desde un grupo neonazi disfrazado de defensores de las Matemáticas, hasta un grupo radical que se presenta como defensor de la lengua.
En estas ocasiones los chicos no suelen indagar sobre quiénes convocan ni sobre cuáles son sus objetivos, Un gran número de ellos secundan las huelga si sus padres les firman el permiso. Unos comenbtaban que se irían a la playa y los mayores que aprovecharían para preparar los inminentes exámenes finales. Yo sí conocía a los convocantes, por desgracia los conozco. Surgieron a partir de un grupo que apareció poco después de haberse creado Galicia Bilingüe. Boicoteaban nuestros actos, ya fuera una conferencia, una recogida de firmas, o una muestra pública de desagravio por alguna barbaridad que nos habían hecho durante la noche, allí estaban ellos fieles a la cita para insultarnos y tratar de intimidarnos. La primera vez que ví su nombre fué en la web de ADIANTE, la rama juvenil de FPG, el partido del presidente de la Real Academia Galega. Después supe que su portavoz lo fué también de AMI, casi nada. Este es el cuarto año que convocan la huelga con la mani de rigor; aprovechan para captar a jóvenes, si son de mi instituto, mejor. El año pasado, después de leer su manifiesto animaron a los chavales a "darles caña todos los días a los prefesores españolistas de su instituto" lo que al lenguaje normal se traduce como: hacernos la vida difícil a quienes reclamamos libertad de elección de lengua. Últimamente en mi instituto andan mal de "personal", los más radicalizados han acabado sus estudios o los han abandonado, así que este curso ya no soporto insultos por los pasillos ni tengo que estar atenta para atajar a tiempo algún intento de "envenenarme" algún curso. He vuelto a disfrutar de todas mis clases como siempre. Al buen ambiente también ayuda el cambio del equipo directivo por jubilación del anterior director, ahora los tablones de anuncios exhiben lo normal: clases particulares, concursos literarios, o excursiones, ya no tengo que subir y bajar las escaleras entre pegatinas de AMI o Resistencia Galega.
Volví a centrame en el Telediario. Tras un repaso por la actualidad nacional e internacionesl regresaron las imágenes de Lorca a la pantalla, me impactó ver a los enfermos de un hospital con sus camisones azules y los goteros caminando por la calle, entre ellos varias madres con las cunitas transparentes de sus bebés recién nacidos.
Hoy he sabido que en Orense hubo conflictos derivados de la huelga. Por lo visto, alguno incluso acabó en comisaría. Lo he leído en varios medios radicales: el titular "profesorado espanholista agrede alunado na greve pola lingua". Al parecer, a la espera de que llegara la Policía, el director de un isntituto tuvo que encerrar a unos radicales que se habían colado en el centro.
Recordé a las madres acariciando a sus bebés en sus cunas en las calles de Lorca. unas vidas nuevas, páginas en blanco, historias por escribir. Ojalá no se tuerzan sus renglones

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